La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rubén Bayón, vigor para la renovada industria mierense

Este joven creó su empresa con 20 años, una carpintería metálica que una década después suma 33 trabajadores

Rubén Bayón, en el taller de la empresa. MIKI LOPEZ

Las empresas españolas tienen un alto índice de mortalidad. Los últimos estudios de la OCDE detectan que solo el 30 por ciento de las pymes siguen en funcionamiento al cumplirse el quinto año de vida. Este dato permite hacerse una idea de lo complejo que resulta sobrevivir en un mercado minado con frenos y dificultades. Rubén Bayón Carpintería Metálica no solo ha logrado prosperar por encima de teóricas esperanzas de vida; además, lo ha hecho, descollando como un firme emblema del nuevo tejido industrial de las Cuencas.

Airam González trabajando en el taller.

Esta empresa, actualmente localizada en el polígono de Gonzalín, en Mieres, nació como una pequeña cerrajería en un modesto local de Vega del Rey, en Lena. En apenas una década de vida, ha logrado pasar de un único trabajador a 33. Fabrica cerca de 6.500 ventanas al año y cada día se alimenta de más de 3.000 kilos de hierro. Así forma parte de la nueva fuerza fabril de las Cuencas.

Además de crecer en el ámbito de la carpintería de aluminio, la firma ha desarrollo un potente departamento de proyectos industriales. Unos cincuenta kilómetros de barandillas de seguridad fabricadas por esta carpintería metálica están en los túneles de la variante ferroviaria de Pajares, que se inaugurará en unos meses, con la llegada del AVE a Asturias. Se trata de casi medio centenar de kilómetros de apoyos bajo la Cordillera.

Arcelor, Sacyr o Dragados son solo algunas de las grandes compañías que demandan los servicios de la firma mierense, que tiene presencia no solo en Asturias, sino en Galicia, Santander, País Vasco y Castilla y León: «El 40 por ciento de la producción sigue estando destinada a particulares, pero en lo que estamos creciendo especialmente es en el ámbito de los proyectos industriales», explica Rubén Bayón, fundador y propietario de la empresa.

La historia de Rubén Bayón Carpintería Metálica es, en esencia, la semblanza profesional del joven emprendedor que le da nombre. Apenas tenía 20 años cuando se lanzó a una insospechada aventura, más en un territorio con escasa tradición de audacia empresarial entre los jóvenes. «La verdad es que yo siempre tuve claro que quería trabajar por mi cuenta y casi de crío comencé a compaginar los estudios con el trabajo». Hijo de un funcionario autonómico, observa con naturalidad lo atípico de su casi innata pericia empresarial. «No me gustaba estudiar, aunque al final he tenido que hincar los codos ya de viejo mucho más de lo que pensaba». Sin que nadie le corrija, el mismo se enmienda. «Bueno, aún tengo 31 años, así que tampoco soy tan mayor», apunta con buen humor. Muchos estudiantes siguen pegados a los espesos libros a su edad. En su caso, ha impulsado un proyecto empresarial del que viven directamente más de una treintena de familias.

Rubén Bayón ocupa varias naves del polígono de Gonzalín, con 2.500 metros cuadrados en conjunto. La empresa ya ha cumplido los diez años y en poco se asemeja a la modesta cerrajería que comenzó a funcionar en Vega del Ciego. «Empecé yo solo. Luego contraté a un empleado, a dos, a cuatro…y así poco a poco», señala este empresario lenense, que sus colegas del polígono de Gonzalín definen como un «trabajador incansable». «Me pueden mandar un correo a las cuatro de la mañana que no me parecerá mal. Lo único que igual no lo contesto hasta las seis», señala entre risas, pero dejando claro que no habla en broma.

Actualmente la firma tiene 33 trabajadores, con un departamento de administración y dos frentes de producción, uno ligado a la fabricación de carpintería metálica con PVC y otro a los proyectos industriales: «Casi la totalidad de la plantilla son de Mieres y Lena», explica Bayón, que reconoce que en ocasiones al empresario le puede entrar vértigo ante la responsabilidad de sostener a tantas familias: «Cuando empiezas tu solo es fácil controlarlo todo. Si te equivocas tú eres el que sufres las consecuencias. Ahora, cuando a finales de mes entran las nóminas en el programa Exel y ves como la cifra crece te conciencias de la necesidad de generar negocio para cubrir con garantías los pagos». No sin esfuerzo, Rubén Bayón tiene garantizado trabajo para los próximos dos años: «Contamos con pedidos que dan estabilidad a la empresa, aunque en el caso de la venta de ventanas se depende mucho de la demanda a corto plazo, como es lógico».

La firma mierense es la única carpintería de la comarca del Caudal que trabaja con productos de PVC de fabricación propia. «Hoy en día el policloruro de vinilo es lo más demandado». En este caso, son especialistas en la fabricación e instalación de ventanas de PVC y ventanas de aluminio. En la factoría mierense preparan los encargos tanto para particulares como para proyectos industriales, logrando ofrecer a los clientes «la mejor solución adaptada a sus necesidades». Trabajan con una amplia gama de perfiles.

En el ámbito de los proyectos industriales es donde la firma está experimentando su mayor crecimiento. Ofrece desde cerramientos metálicos a tolvas, cintas transportadoras, pasarelas, plataformas, escaleras o material ferroviario, solo por citar algunos productos.

«En estos últimos años hemos trabajado por dar una buena estabilidad a la empresa y ahora tenemos en mente la posibilidad de afrontar una nueva etapa de crecimiento, dar un empujón al proyecto», explica Bayón sin entrar de momento en más detalles. Lo que tiene claro este empresario es que el futuro pasa por mantener los lazos con el territorio: «Somos una empresa de las Cuencas y estamos orgullosos. Nuestros trabajadores son de aquí y pretendemos seguir generando trabajo y negocio apoyados en nuestras raíces».

Pese a nacer en Lena, esta carpintería metálica se ha desarrollado en Mieres. El cartel que entroniza la fábrica puede verse perfectamente cuando se pasa por la Autovía de Mieres. El polígono de Gonzalín acompaña a la calzada por la margen oeste del río Caudal: «La verdad es que este parque industrial es magnífico. Siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero está muy bien comunicado y tiene una inmejorable localización», señala Bayón. El suyo ya es el mayor proyecto industrial de este estratégico enclave empresarial mierense, que acoge a más de una veintena de empresas

Compartir el artículo

stats