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El pueblo más arrinconado de Mieres

Los vecinos de Revallines, ya en el límite con el concejo de Aller, denuncian el abandono del Ayuntamiento

A la izquierda, un vecino desbrozando en los accesos al pueblo. A la derecha, otro vecino limpiando la zona donde localiza el espejo vial que facilita el tránsito.

Revallines en el último pueblo de Mieres antes de adentrase en el concejo de Aller. La percepción de lontananza palpita con fuerzas entre el medio centenar de vecinos que residen en la fronteriza localidad. Y es que se sienten olvidados por el Ayuntamiento de Mieres. Recientemente, los más activos habitantes de la zona cogieron sus destrozadoras y se echaron a los caminos para limpiar el paso. Afirman que están cansados de demandar este tipo de labores sin recibir la atención que demandan.

El pueblo más arrinconado de Mieres

"No pedimos una atención permanente, pero sí al menos que se establezca un calendario que contemple actuaciones al menos una vez al año", apunta Manuel Oña, portavoz del pueblo. Con una treintena de viviendas habitadas, esta población de la parroquia de Santa Cruz se ha visto empujada a recurrir a la tradicional sextaferia para mantener transitables los caminos que dan servicio al pueblo. La iniciativa va acompañada de una queja. "No disfrutamos de los debidos servicios públicos". Los vecinos afirman estar "muy decepcionados" y "cansados" de hacer notar su situación: "Ya no sabemos que más debemos hacer para reivindicar la presencia de personal municipal para limpiar el pueblo".

La principal preocupación de los vecinos surge del peligro que entraña la acumulación de maleza en una curva próxima a la localidad, lo que limita notablemente la visibilidad de los conductores. "A estos hay que unir que el acceso rodado se encuentra, en términos generales, en muy malas condiciones, con pasos de peatones sin pintar, con el espejo de uso vial apenas visible y todo a su alrededor lleno de maleza" .

Las quejas

Los vecinos denuncian que un conductor apenas tiene visibilidad cuando de aproxima a Revallines. Estas carencias se traducen en un riesgo tangible al volante: "Esta última primavera se contabilizaron dos accidentes graves; uno de ellos con el bus municipal entre los implicados", remarca Manuel Oña. Y añade: "También tenemos un enorme bache en la entrada de acceso al pueblo". La comunidad remarca que en Revallines hay niños en edad escolar y también servicio público de transporte, "lo que hace aún más necesario y urgente el compromiso para que intervengan periódicamente los servicios municipales"

Los vecinos, dicen, "solo pedimos al Ayuntamiento de Mieres un compromiso para que cada año nos limpien la población como lo hacen con el resto de poblaciones colindantes y también actúen con el Principado para tener un acceso al pueblo digno, lo que puede evitar una tragedia".

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