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Julio Fernández «Corvus Clan» Youtuber, natural de Lena

"En internet eres un friki hasta que ganas dinero, entonces ya eres respetable"

"Antes era profesor y ahora me dedico a crear contenido en Youtube; es un trabajo muy digno y puedes vivir bien, yo estoy encantado"

Julio Fernández, youtuber lenense. | Daniel González

Julio Fernández es un joven de Lena que comenzó su andadura laboral como maestro de educación primaria. Su éxito como creador de contenido en internet le llevó a dedicarse profesionalmente a ello. Ya ha conseguido alcanzar los tres millones de suscriptores en su canal de Youtube.

–¿En qué consiste su profesión?

–Soy creador de contenido en Internet. Creo vídeos de entretenimiento tanto en Youtube, como en Instagram y algún directo en Twitch. Por ello, me gusta llamarme "creador de contenido" antes que "youtuber". Me dedico al entretenimiento para todo tipo de públicos. Como todo vas evolucionando, al principio comencé creando contenido para gente un poco más adulta. Ahora tengo dos canales: "The Corvus Clan", en el que acabo de alcanzar los tres millones de suscriptores y "Corvus Reacciona" que cuenta con 1,6 millones de suscriptores. Uno es 100% dedicado a contenido de juegos. En él me reconvertí un poco, ya que las modas van cambiando y, por tanto, la gente también. Ofrezco un contenido más infantil. En el otro el contenido está más enfocado a todo tipo de público incluido adulto

–¿Qué le llevó a escribir un libro?

–El libro se llama "Corrupción en Acción". Fue la editorial "Planeta" la que contactó conmigo. Siempre me ha gustado contar historias por medio de los vídeos, pero me pareció muy interesante narrar todo lo que sale de nuestras mentes, porque somos un equipo todos los que hacemos vídeos juntos en mi canal, y plasmarlo en un libro al detalle. Así surgió esta novela policíaca, una novela de "Sinvergüenzas con estilo", que es como nos autodenominamos.

–¿Quién era Julio Fernández antes de dedicarse al mundo del Youtube y las redes sociales?

–Era y es un chaval que estudió magisterio y al que desde muy pequeño sus padres le apuntaron a clases de música. Mis padres se percataron de que tenía oído y me inscribieron a clases de piano. Estuve doce años tocando y a la vez lo compaginaba con el negocio familiar, que aún sigue abierto. Hasta hace dos años trabajé en él y con la Universidad. En mis comienzos estudiaba y trabajaba en el negocio de mis padres. Más adelante trabajé de carretillero en una empresa de explosivos. Todo ello mientras estudiaba.

–¿En qué momento decide empezar a crear contenido en Youtube?

–Siempre me ha gustado jugar a los videojuegos. Cuando estaba en los últimos años de carrera dije: "jolín, si yo juego en mis ratos libres a los videojuegos y estoy viendo que hay gente que lo sube a Youtube". Estoy hablando de los comienzos de la plataforma con el "gaming". Hablamos de gente que ve a gente jugar, cosa que yo no entendía, porque me resultaba extraño. A mí me gustaba jugar, no ver a la gente jugar. Entonces empecé a grabar lo que hacía y a subirlo de una manera graciosa. Cogía los mejores momentos, los grababa, los editaba y los subía.

–¿Qué recuerda de los inicios?

–Cuando estuve trabajando en el colegio de La Salle nadie conocía mi cara, porque yo no mostraba mi rostro en mis vídeos. Hasta el medio millón de suscriptores no decidí hacerlo. Estaba en un colegio trabajando y algunos de mis alumnos me seguían. Veía en los recreos como chavalinos hablaban de youtubers cuando estaba surgiendo toda la moda y algunos hablaban incluso de mí, decían "Corvus Clan". Estaba dándoles clase y a la vez estaban viendo mis vídeos sin saber que era yo. Al final me daba un poco de miedo salir a la palestra y mostrarme. No sabía cómo podía reaccionar la gente y tampoco cómo en su momento podían reaccionar en el colegio.

–¿Qué dificultades ha ido encontrando?

–Como todo en la vida. Me he encontrado de todo. Me he encontrado envidias, también gente que te intenta poner "piedras" en el camino. A la vez, también me he encontrado mucha gente muy buena. Otras dificultades también son el estrés y la presión. Pese a que en verano estoy descansado un poco más, subo dos vídeos diarios, uno en cada canal. Tienes que estar todo el día pensando. Estás grabando uno y ya estás pensando en cómo vas a hacer el del día siguiente. La presión es fuerte si te exiges tanto como yo me exijo.

–Mucha gente opina que el mundo de las redes sociales no son una profesión como tal, ¿qué les diría?

–Hará dos años o tres a la gente le extrañaba mucho y realmente no lo consideraban un trabajo. Ahora, con casos visibles como puede ser el de Andorra el año pasado, todo el mundo sabe que no se gana mal. La gente por lo general, en el momento que ve que hay dinero en un sitio, ya directamente le cambia el chip, lo considera un trabajo, eres respetable y ya no eres un friki. Es así de triste, pero es así. Es un trabajo. Obviamente no como el de mi padre, que trabajaba en una mina y requería un esfuerzo físico. Yo estoy encantado. Puedes vivir bien, es un trabajo muy digno.

–¿Cómo ha vivido su salto a la fama tras alcanzar los tres millones de suscriptores?

–La verdad que lo llevo muy bien. Si hablas del cómputo global es una muy pequeña parte. En mi caso yo tengo mucho público de España, pero también tengo mucho público de Latinoamérica. Vivo prácticamente igual que una persona anónima. Sí que es cierto que vas por la calle y hay gente, sobre todo chavales, que te pueden parar. Aunque tenga tres millones de suscriptores, considero que estoy en "una segunda línea" y no soy Rubius, Auron Play o Ibai que no pueden ni caminar, ni pasear por la calle. A mí la gente nunca me ha molestado y nunca me molestará que me pidan una foto. La fama no me ha cambiado la vida ni la personalidad.

–¿Cree qué podría alcanzar el éxito de Rubius o Ibai?

–Si contabilizamos visitas y demás hay meses que alcanzo números de visualizaciones que están a la par. Es cierto que el éxito que tienen ellos y el reconocimiento está ahí. Principalmente porque se retroalimentan entre ellos, que no es malo, ni mucho menos. Luego, porque hacen muchos directos de Twitch y es la moda. Yo a Twitch no le dedico apenas tiempo.

–¿Alguna vez se ha planteado mudarse a Andorra?

–En su momento lo estuve valorando. Tengo muchos amigos allí y puedo decir que me ahorraría muchísimo dinero. Podría estar ganando muchísimo más allí. Al ponerla balanza por un lado la familia y mi tierra Asturias y del otro lado el tema de Andorra pesó mucho más estar al lado de mi gente y vivir en el sitio donde crecí y conseguí llegar a ser quien soy hoy en día. Y también aportar y devolverle a mi región en la medida de lo posible todo lo que me ha dado durante todos estos años.

–¿Qué diría a la gente joven que quiere ir introduciéndose en el mundo de Youtube?

–Les diría que empiecen como yo. Es muy importante que apuesten por sus retos o sus aficiones sin obsesionarse, como el niño que va a jugar al fútbol y quiere ser futbolista. Hay que verlo igual. Puede seguir jugando al fútbol, puede seguir entrenando, puedes ponerte a jugar a los videojuegos, puedes hacer streaming, pero siempre tienes que continuar con la línea de seguir estudiando e incluso trabajando, como yo hice. Siempre necesitas tener plan b y plan c. Es como vivo yo y como creo que debería vivir la gente.

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