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El refugio de Brañagallones contará el próximo año con placas solares para evitar apagones

La instalación de Redes ya no dependerá solo de sus dos generadores eléctricos de gasoil, que están obsoletos y sufren frecuentes averías

Varias vacas pastan en el entorno del refugio de Brañagallones.. | Fernando Rodríguez

El refugio de montaña de Brañagallones, la emblemática instalación ubicada en pleno corazón del parque de Redes, estrenará el próximo año paneles solares que le permitirán evitar los frecuentes cortes del suministro eléctrico. Así lo expuso el guarda de la instalación, José Manuel Prado, que destacó que la colocación de estas placas por parte del Principado coincidirá con las obras de reforma integral del tejado, que se han fijado para 2023.

El actual sistema eléctrico, con dos generadores de gasoil, ha provocado en los últimos años constantes problemas de suministro, e incluso apagones, al encontrarse obsoletos. No solo eso. El actual precio del combustible, con unos costes disparados, hacen más necesario que nunca contar con un sistema energético alternativo como el que ofrecen los paneles solares. Para la instalación de este nuevo equipamiento, la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo había reservado una partida de 260.000 euros bajo el concepto de "proyecto de reconversión energética hacia el autoconsumo sostenible con energías renovables" del refugio, tal y como había señalado la propia consejera, Berta Piñán.

Combinación

Al hablar de este proyecto, Piñán destacó que esta iniciativa "supondrá la combinación de diferentes fuentes de energía y queremos que sea un emblema de cómo se pueden hacer refugios de montaña, apostar por la sostenibilidad y el cambio a la energía verde". Esta iniciativa también pretendía contar con ayuda a través de los convenios de transición justa con financiación europea.

Los paneles solares no fueron la única opción que se valoró para conseguir mejorar el abastecimiento energético del refugio. Desde la Federación de Montaña de Asturias (Fempa), entidad que gestiona la instalación se planteó la posibilidad de instalar una turbina hidráulica que aprovechase la abundancia de agua en la zona para producir energía y suministrar electricidad al equipamiento. Tal y como proponían desde la Fempa, la captación del agua podría hacerse a unos dos kilómetros del refugio, junto a la zona donde nace el río Monasterio. Allí se encuentran varias fuentes y el desnivel desde Valdebezón hasta el refugio es de unos 200 metros.

El refugio de Brañagallones funcionó previamente como parador. El Principado desembolsó 1,1 millones de euros (más una cantidad similar para mejorar el acceso) para que abriese sus puertas en agosto de 2006 como hotel, después de estar cerrado durante catorce años. Los fallos en el sistema eléctrico y el deterioro del tejado, que causó la aparición de goteras, provocó que estuviese varios años cerrado. La empresa que gestionaba el complejo demandó al Principado que solventase los desperfectos. Funcionó durante cuatro años hasta que una avería eléctrica truncó su camino. En 2016 reabrió como refugio gestionado por la Fempa gracias a un acuerdo con el Principado como propietario de las instalaciones.

Eso sí, las instalaciones vuelven a padecer los problemas de antaño. Por un lado, el eléctrico, que se sufragará finalmente con los paneles solares. El otro es el del tejado. El año pasado hubo un primer intento de realizar la reforma integral, pero comenzó con mucho retraso y un temporal dio al traste con los planes, teniendo que cerrar durante varios meses el refugio. La instalación volvió a abrir este año tras una reforma urgente, el resto de las obras tendrán que esperar.

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