Ya apenas quedan minas de carbón en las Cuencas, ninguna en el valle del Nalón. Pero por sus arterias, por sus principales carreteras, circula el mineral, que sigue siendo un buen negocio para las empresas eléctricas, incluso aunque éstas hayan cerrado sus centrales térmicas y apostado por otras fuentes de energía. Desde hace unas semanas, el tráfico de camiones pesados por el Corredor del Nalón y el puerto de Tarna se ha incrementado notablemente. El motivo: se está sacando todo el carbón que quedaba en las instalaciones de la central térmica de Velilla (Palencia) y se está transportando hasta el puerto de El Musel (Gijón). El carbón, que ya no se quema en las instalaciones de las comarcas mineras, es vendido a otras empresas para uso energético.
La central térmica de Velilla, al igual que la de Lada, está siendo desmantelada. Ambas son propiedad de la eléctrica vasca Iberdrola, que a finales de 2017 anunciaba su cierre y la renuncia de la empresa a la quema de carbón para la producción energética esgrimiendo motivos medioambientales. Desde hace semanas, el tráfico de camiones por el Corredor y el puerto de Tarna ha vuelto a crecer, casi a los niveles existentes cuando la térmica palentina estaba a pleno funcionamiento.
Tal y como indican los propios camioneros, va a ser un tráfico temporal. Terminará cuando se acabe de sacar todo el carbón y el material aprovechable de la central ubicada en las cercanías de Guardo. Este combustible está siendo trasladado al puerto de El Musel. Allí es almacenado y posteriormente embarcado para que su destino final sean otras térmicas, ya que se trata de un mineral idóneo para ser usado para la generación eléctrica. Con la actual crisis energética, otros países de la Unión Europea se están planteando dar un peso mucho mayor al carbón en su "mix" energético.
Retorno
El viaje que ahora hace el mineral es el contrario, por tanto, al que hizo durante años. Tanto Lada como Velilla usaban mineral de importación. Llegaba a El Musel, se transportaba por carretera hasta las centrales y allí se quemaba. El sistema actual va al contrario. De la central por carretera, montaña abajo cargados, atravesando el valle del Nalón, la autopista y llegada al puerto.
Aun con el mal estado en el que está la carretera, la de Tarna vía es la más corta y económica –fundamental con los precios actuales del combustible– para llegar hasta la térmica desde el puerto de El Musel.
Calculando el tiempo de viaje para un turismo (no para un camión de gran tonelaje cargado) este camino supone 157 kilómetros, que se hacen en unas 2 horas y 25 minutos. Yendo por Pajares, el viaje es de 180 kilómetros y 2 horas y 35 minutos. La autopista del Huerna, además de pagar peaje, dispara la distancia a los 224 kilómetros, mientras que el viaje dura unas dos horas y media.
En Velilla, está previsto que Iberdrola construya un gran parque eólico, en el que se invertirán cerca de 300 millones de euros. De momento, para los terrenos de la térmica de Lada no hay proyectos concretos, si bien la empresa, cuyos representantes visitaron la semana pasada las instalaciones de Langreo, trabaja en el desarrollo de varias iniciativas que aún no se han desvelado.
