El concejo de Aller ha vuelto a quedarse sin secretario municipal. Tras pasar más de cuatro meses sin este funcionario, vital para el funcionamiento de un Ayuntamiento, consiguió cubrir la plaza. Pero fue un espejismo. Días después, el adjudicatario renunció, y de nuevo el consistorio va a cumplir otros cuatro meses sin secretario municipal. Eso genera nuevos retrasos a proyectos importantes que deberían de estar ya sino en marcha, próximos a terminar su instalación. Es el caso de la comunidad energética que desde el Ayuntamiento se ha diseñado y que ha sido puesta como ejemplo de buenas prácticas por parte de la administración regional. Los trámites administrativos necesarios para que la empresa energética que va a instalar los paneles solares pueda comenzar ya a trabajar siguen pendientes, y todavía se desconoce cuando podrán llevarse a cabo hasta que un nuevo funcionario llegue al Ayuntamiento. Y muy probablemente, la instalación de los módulos fotovoltaicos va a tener que hacerse con las clases en marcha.
El proyecto que va a desarrollar el Ayuntamiento de Aller tiene dos componentes básicos: por una parte de el medioambiental y energético, y por la otra, el social. La idea del gobierno local allerano, respaldada por el Gobierno del Principado de Asturias a través de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN) y la empresa Repsol a través de sus filiales de energías renovables Solmmatch y Solify, consiste en la puesta en marcha de dos comunidades energéticas, en las localidades de Moreda y Cabañaquinta. Estos sistemas permitirían obtener una energía limpia y sostenible, además de contribuir a paliar la pobreza energética, que es otro de los objetivos del proyecto.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Aller se ha topado con una inesperada traba. La ausencia de un secretario municipal. Un hecho que ya había sufrido durante varios meses a principios de año, y que también había provocado que no se pudieran tramitar otras medidas, como la actualización de las tarifas de los taxistas. Tras muchas semanas sin este funcionario, finalmente llegó un profesional al Ayuntamiento de Aller. Sin embargo, a los pocos días de aterrizar, explican desde el consistorio, dejó su puesto, y con ello, los expedientes que se acumulaban a la espera de su visto bueno para ser desarrollados.
La falta de funcionarios de alto rango viene siendo un problema recurrente. Y para ponerle solución, a finales del mes pasado, el Principado cerraba las bolsas de empleo para la provisión interina de habilitados nacionales –secretarios, interventores y tesoreros– para los ayuntamientos. Con estas bolsas, explicaban desde la administración autonómica, se pretendía "paliar la falta profesionales para ocupar los servicios de Secretaría, Intervención y Tesorería con el fin de garantizar "el normal funcionamiento de las entidades locales y la prestación de los servicios públicos". Algo que en Aller todavía no se ha paliado.
Y las comunidades energéticas de Moreda y Cabañaquinta, siguen esperando. El proyecto consiste en la instalación de los paneles solares en los centros educativos de Moreda y Cabañaquinta, con los que generar energía para autoabastecer los centros escolares. Pero de esa energía generada, habrá un sobrante. Y es ahí donde entra en juego el componente social, ya que esta energía se suministraría a viviendas públicas cercanas. En total, entre Moreda y Cabañaquinta, unas 80 familias se podrían beneficiar del proyecto, pionero en Asturias y que desde el Gobierno regional ponen como ejemplo para llevar a cabo en otros concejos. La inversión total asciende a 100.000 euros, que se repartirán entre las tres entidades participantes, las dos públicas –Ayuntamiento y Faen– y Repsol a través de sus filiales.
