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Hunosa instalará en la escombrera de Pumardongo una de las mayores plantas solares de Asturias

Los paneles que se colocarán en el terreno mierense suman una potencia de 11,3 megavatios ampliables a 50, los mismos que La Pereda

Imagen aérea de la escombrera de Pumardongo, en la que Hunosa quiere instalar el que sería uno de los mayores parques solares de Asturias. | LNE

Del negro del carbón al verde de las energías renovables. La compañía estatal Hunosa avanza en sus planes de diversificación de energías con un nuevo proyecto que planea desarrollar en la escombrera mierense de Pumardongo. Se trata de una planta solar de 11,3 megavatios que desarrollará en colaboración con las empresas Imsa y Maetel.

Borja Sánchez, Enrique Fernández, Javier Cuesta, Gregorio Rabanal mostrando la maqueta de la red de calor del Fondón y Delia Losa. | A. González

Se trataría, a día de hoy, de la mayor planta solar de Asturias, y sería una de las más importantes de las que están en desarrollo. El objetivo es producir energía eléctrica para la red general, aunque en el futuro se plantea explotar también su posterior aprovechamiento para la generación de hidrógeno. Según los planes que maneja Hunosa, la producción anual de energía renovable será superior a los 14 gigavatios por año y supondrá una importante reducción de emisiones de dióxido de carbono. Y aunque la planta que se proyecta es de 11,3 megavatios, hay un segundo proyecto, ya a medio plazo, para implantar una potencia de 50 megavatios: la que actualmente tiene la térmica de La Pereda.

Hasta ahora se conocían las iniciativas de Hunosa relacionadas con el aprovechamiento geotérmico y la biomasa, aunque el presidente de la compañía, Gregorio Rabanal, siempre destacó el interés por diversificar la actividad hacia otras renovables. De ahí esta apuesta por la energía solar, que llega ahora gracias a la reducción de los costes y los avances tecnológicos registrados en los últimos años, que han posicionado la energía fotovoltaica como una de las grandes esperanzas en la transición hacia un sistema energético sostenible, incluso en zonas como Asturias, ya que para su aprovechamiento es vital la radiación solar y no el calor.

Otro aspecto importante es el aprovechamiento de la escombrera de Pumardongo, que era utilizada por Hunosa para depositar los estériles de la térmica de La Pereda. Hunosa ya inició el año pasado las labores para restaurar este espacio que contó con una inversión de 140.000 euros. Un proyecto que fue muy bien recibido por los vecinos de la zona, que llevaban tiempo quejándose del polvo que generaba el movimiento de tierras. Tanto esta escombrera como la gemela que tenía en Modesta, en Langreo, nacieron hace más de 30 años para concentrar una parte importante de los estériles procedentes de los lavaderos de carbón de los valles del Nalón y el Caudal. Sin embargo, los depósitos se realizaban en condiciones muy distintas a las conocidas hasta entonces en los valles mineros, abordando diseños técnicos para garantizar la estabilidad y seguridad de los depósitos, adoptando medidas para conducir el agua de escorrentía y contemplando actuaciones para corregir el impacto visual de las montañas de residuos. También se iba realizando la restauración de las zonas de la escombrera que se encontraban saturadas.

Hidrógeno en el Fondón

No es el único proyecto relacionado con las energías verdes que emprende Hunosa. La compañía construirá su primera planta de producción de hidrógeno verde utilizando agua de mina en el pozo Fondón, en Langreo. Un proyecto para el que estima una producción de 259.200 kilos al año, tal y como señalan desde la empresa.

La iniciativa se iba a desarrollar originalmente en el pozo Barredo, en Mieres, si bien finalmente se decantó por la explotación langreana. Esto no significa que hayan aparcado el proyecto en las instalaciones mierenses, sino que su puesta en funcionamiento llegará un poco más tarde. Para acometer esta empresa, Hunosa cuenta con la colaboración de Duro Felguera. También están en el consorcio Alsa como consumidor de este gas en sus autocares, y Nortegas, en cuya red se inyectaría el hidrógeno sobrante. El proyecto pretende, a largo plazo, disponer de electrolizadores de 45 megavatios.

Tal y como había explicado el propio presidente de Hunosa, Gregorio Rabanal, durante unas jornadas sobre el hidrógeno organizadas por la Cámara de Comercio de Gijón, en una primera fase de este proyecto se instalarían cinco megavatios de producción de hidrógeno, donde además se aprovecharía el calor generado para reforzar la red de geotermia que tiene Hunosa en el pozo.

No es la única iniciativa relacionada con el hidrógeno en la que Hunosa está inmersa, también existe un segundo consorcio para la producción de hidrógeno junto con Rioglass y su principal accionista, Atlántica. Se trata de un proyecto de producción con una potencia de 25 megavatios, con una primera fase de cuatro megavatios asociados a la generación con energía solar fotovoltaica.

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