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Irma Collín
Ver galería >La noche del 14 de agosto volvió a iluminar las calles de Pola de Laviana. La procesión es un evento muy especial para los lavianeses que, tras dos años de parón a causa de la pandemia, ansiaban el retorno de sus tradicionales fiestas de Nuestra Señora del Otero. Un acto muy llamativo que ayer volvió a congregar a cientos, podría decirse que miles de personas. Laviana disfrutó de una noche sin precedentes y acompañada de muy buena temperatura. Como es habitual, la Virgen recorrió sus calles desde el santuario del Otero hasta la iglesia parroquial, donde tuvo lugar la celebración de la tradicional misa. La Banda de Música de Laviana fue la encargada de acompañar la imagen de la Virgen en todo momento.
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La noche del 14 de agosto volvió a iluminar las calles de Pola de Laviana. La procesión es un evento muy especial para los lavianeses que, tras dos años de parón a causa de la pandemia, ansiaban el retorno de sus tradicionales fiestas de Nuestra Señora del Otero. Un acto muy llamativo que ayer volvió a congregar a cientos, podría decirse que miles de personas. Laviana disfrutó de una noche sin precedentes y acompañada de muy buena temperatura. Como es habitual, la Virgen recorrió sus calles desde el santuario del Otero hasta la iglesia parroquial, donde tuvo lugar la celebración de la tradicional misa. La Banda de Música de Laviana fue la encargada de acompañar la imagen de la Virgen en todo momento.
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