Un artista feliz, Herminio, un público que no deja de acudir y un Ayuntamiento que recoge el guante. Son las razones por las que la muestra «Voladuras controladas» del escultor franquín seguirá hasta el próximo 25 de septiembre en la sala de compresores del Pozu Santa Bárbara, en Turón.
En principio la muestra se iba a clausurar a principios de agosto pero se decidió mantenerla y ahora se vuelve a prorrogar hasta el 25 de septiembre. La razón es que hasta el momento han pasado por el Pozu un total de 2.688 visitantes, una cifra muy destacable, y más si se tiene en cuenta la época del año y el lugar. Turón no es una localidad que en verano tenga gran afluencia de turistas, o no lo era al menos hasta este año.
El propio Herminio ha visitado en numerosas ocasiones la muestra «y está encantado», dice Luis Feás, comisario de esas «Voladuras controladas». El franquín, hombre parco en palabras y poco dado a la exaltación ha reconocido en varias ocasiones a su círculo más cercano estar feliz con el resultado de la muestra. «Ha expuesto en Japón, en Nueva York y en multitud de sitios pero ahora esta encantado con que su obra sea reconocida en Asturias con la instalación en el pozu Santa Bárbara», explican.
Esa sala de compresores se está convirtiendo en un referente cultural que pocos imaginaban. El Santa Bárbara fue el primer pozo minero de España en ser declarado Bien de Interés Cultural y con su primera exposición, «Solid light and Performance Works», de Anthony McCall, entre el 15 de octubre de 2021 y el 31 de enero de 2022, se reconvirtió en centro cultural. El éxito fue tal que el último informe del Observatorio de la Cultura, realizado por la Fundación Contemporánea a través de las encuestas a más de mil expertos, sitúa el Pozu Santa Bárbara, en Turón, como una de las nuevas iniciativas culturales más destacadas de toda España en 2021.
Si la exposición de MacCall sirvió para arrancar esta aventura, la de Herminio está sirviendo para demostrar que no era una locura hacer instalaciones de arte contemporáneo de vanguardia en la sala de compresores de un antiguo pozo minero en la cuenca del Caudal.
Quien quiera ver las imposibles estructuras de Herminio y conocer una magnífica muestra del patrimonio industrial asturiano puede hacerlo hasta el 25 de septiembre.
