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La Chalana sale a flote: bañistas que disfrutaron de la playa fluvial de Laviana en su niñez aplauden que se recupere

Aseguran que "generará actividad económica" en el concejo

Por la izquierda, Fernando Rodríguez Pandiella, Víctor Concheso y Carlos Cuesta, en el puente de La Chalana. | É. F- M. / F. R.

La playa fluvial de La Chalana vuelve a salir a flote y, con ella, los recuerdos de jornadas estivales en las que "miles de personas" disfrutaban de sus aguas. La iniciativa –que pretende ser una realidad el próximo años– forma parte de un proyecto de regeneración del río Nalón en el entorno de La Chalana que impulsa la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, en colaboración con el Principado y el Ayuntamiento, con un coste de 1,5 millones. Este enclave lavianés recuperará así la añorada pujanza que tuvo en la década de los años sesenta y setenta del siglo pasado, cuando fue uno de los grandes espacios lúdicos de la comarca, "la verdadera playa del valle del Nalón".

Así lo rememoran veteranos bañistas como Víctor Concheso, Fernando Rodríguez Pandiella y Carlos Cuesta –todos ellos miembros de la sociedad "La Pegarata"– que aplauden la iniciativa para rescatar la playa fluvial. Viajan a aquellos tiempos en los que "su playa" suponía el punto de partida veraniego. Una tabla de madera fijada en el puente a modo de trampolín proporcionaba a aquellos días algún que otro espectáculo. Los más atrevidos se tiraban "haciendo el ángel, era impresionante".

Niños bañándose en el río a la altura de La Chalana en una imagen previa a la pandemia.

Tampoco olvidan las tradicionales "viandas" que transportaban las familias en sus cestas de mimbre. En un día de playa, no podía faltar "la tortilla de patata y la gaseosa". Añaden, además, el beneficio que suponía esto para los jóvenes bañistas "porque después de horas en el agua salíamos muertos de fame". Según relatan estos lavianeses, un buen número de vecinos puede decir que aprendió a nadar allí. Todos los niños se lanzaban a sus aguas aprovechando "las rabionas" para aprender a dar sus primeros "chapotazos" por un mundo acuático que "marca tu vida".

La Chalana supuso por aquel entonces "un paraíso cercano". Días estivales "eternos donde los chavales podían disfrutar de las aguas cristalinas del río Nalón", aseguran. Un compendio de elementos dieron luz y color a la playa fluvial por aquel entonces: "Había un pozo de casi seis metros de profundidad bajo el puente de La Chalana y una explanada en la Cuaña donde se chapoteaba por placer".

Asimismo, tampoco olvidan a la gente que, junto a su playa, daba vida a la gastronomía y el disfrute de aquellos años. Los más veteranos siempre recordarán la presencia de Cristóbal y "Botero", dueños de los bares correspondientes a una parte del río y cuya presencia constituye parte de histórico enclave lavianés. "Pasando el puente también te podías encontrar con otro bar y además, con el prau de Samuel, donde se celebraba la jira de las fiestas locales".

Bañistas en la playa fluvial de La Chalana en los años sesenta del siglo pasado.

Alejándonos ya de aquella época dorada, también recuerdan –en los siguientes años a orillas del Nalón– la primera vez que los ojos de los lavianeses "alucinaron tras ver a dos chicas francesas en bikini". Aquello era "lo nunca visto" y supuso por aquel entonces "el notición del verano". Unos recuerdos imborrables de aquel "auténtico balneario" que fue perdiendo fuelle poco a poco.

La playa fluvial ya no tenía suficiente caudal y habían pueblos que, antes de acometer los saneamientos de la zona, vertían directamente al río. La mala calidad del agua provocó que la zona no fuera apta para el baño y dejara de usarse como playa fluvial a finales de los ochenta.

Pero todo vuelve y esto es lo que ocurrirá el próximo año. Una nueva generación podrá crear tan buenos recuerdos como los de Cuesta, Pandiella y Concheso. Laviana volverá a habilitar la playa fluvial a orillas del río Nalón. Un lugar que "generará recursos económicos y de mayor actividad".

El proyecto establece la recuperación de más de dos hectáreas de bosque de ribera, con más de un kilómetro de sendas. Se eliminarán barreras como los muros existentes y habrá nuevos accesos al río. También se creará un área recreativa y se construirá una pasarela de madera que servirá de nexo de unión entre ambas márgenes. La zona de agua remansada para el baño estará en el tramo de La Cuaña, aunque no se descarta habilitar otros espacios similares para el mismo fin.

Una nueva iniciativa, en definitiva, que volverá a recuperar aquellos años gloriosos por La Chalana, la "verdadera playa del valle del Nalón".

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