La Fiscalía del Principado de Asturias, Sección Territorial de Langreo, ha informado hoy negativamente a que se revoque el auto de prisión y se conceda la libertad provisional al presunto autor de la muerte de un anciano en el Hospital Valle del Nalón en la madrugada del día 14 de septiembre, una petición que había sido solicitada por la defensa del detenido.

Según explica la Fiscalía, "el presunto agresor se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza, acordada por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Langreo a petición del Ministerio Fiscal, que interesó esta medida dada la gravedad de los delitos imputados" (homicidio/asesinato, sin perjuicio de lo que resulte de las diligencias a practicar), "lo elevado de la condena que, en su caso, podría imponerse al detenido y al considerar que existe riesgo de reiteración delictiva", puesto que, con anterioridad a su ingreso hospitalario, el investigado estaba internado en una residencia de ancianos. La Fiscalía considera que no han variado las circunstancias que motivaron su ingreso en prisión provisional y que se cumplen todos los presupuestos necesarios para su mantenimiento. De esta forma, la acusación pública considera que pese a la avanzada edad del presunto autor de la muerte, es posible que vuelva a reincidir en su actitud.

En su informe al recurso presentado por la defensa (de reforma y subsidiario de apelación), "el Ministerio Fiscal, además de las razones ya esgrimidas para solicitar la medida, sostiene que no se ha acreditado que el investigado padezca una enfermedad que pueda agravarse por su ingreso en el centro penitenciario, sin perjuicio de que se practiquen los informes forenses necesarios para determinar su estado de salud, que por otro lado está siendo supervisado por la prisión asturiana, sin un aparente riesgo para su vida".

El brutal crimen ocurrió en la madrugada del miércoles 14 de septiembre, en el Hospital Valle del Nalón. Un hombre de 87 años, vecino de Sama, mató a su compañero de habitación –un lavianés de 92 años– tras golpearle con el triángulo acoplado a las camas que los pacientes suelen utilizar para incorporarse. También utilizó una almohada para asfixiarlo. El detonante, según las primeras hipótesis, fue que la víctima de la agresión, debido a su deterioro pulmonar, emitía mucho ruido y no le "dejaba dormir".