Desde hace unas semanas, la torre medieval de la localidad allerana de Soto luce una nueva cara, rehabilitada y asentada, con el objetivo de que perdure durante muchos años. Y es que tras lustros de pelea, las obras para consolidar la construcción se llevaron a cabo durante el verano, lo que ha permitido salvar un enclave que los arqueólogos definen como "único" y con "mucho potencial". Precisamente su lamentable estado hasta hace unos meses había provocado su inclusión en la lista roja de Patrimonio, que elabora la asociación conservacionista "Hispania Nostra", y con la que alerta de bienes en riesgo de desaparición. Un riesgo que, valga la redundancia, ha desaparecido, por lo que el Ayuntamiento de Aller va a solicitar la exclusión del enclave de Soto de la relación de bienes en peligro.
El alcalde de Aller, Juan Carlos Iglesias, explicó que "en mayo de 2018, la asociación ‘Hispania Nostra’ incluyó en su inventario a la torre de Soto como un bien en riesgo de desaparición". El regidor indicó que "en ese momento, lo cierto es que la construcción presentaba muy malas condiciones, y desde hacía años que se venía reclamando una intervención en el enclave para garantizar su futuro". En esta línea, Iglesias apuntó que "después de varias conversaciones con el Principado, por fin conseguimos que se desbloqueara la situación, y abordamos un proyecto que requirió de una importante inversión, tanto por parte de la administración regional como desde nuestro Ayuntamiento". Y abundó: "El resultado ahora está ahí, una torre rehabilitada, en la que ya no hay peligro, y que tiene por delante un gran futuro, ya que según vieron los arqueólogos, la zona tiene un gran valor para seguir realizando campañas en las que descubrir más elementos históricos".
Por estos motivos, el Alcalde apuntó que "vamos a solicitar a ‘Hispania Nostra’ que saque a la torre de Soto de su lista roja". El enclave, una vez que salga de este listado, pasará, casi con total seguridad, a la llamada lista verde, una relación de bienes, que tal y como la propia asociación explica, "han sido retirados de la lista roja al desaparecer el riesgo que presentaban". En las comarcas mineras no hay ningún bien en esta lista verde, con lo que la torre de Soto se convertiría en el primero. Y en Asturias, solamente cuatro elementos engrosan la lista de elementos recuperados de esta prestigiosa asociación nacional: el Palacio de los Carreño-Alas (Carreño), la iglesia de San Miguel de Lillo (Oviedo), la iglesia de San Salvador de Moro (Ribadesella) y el Palacio de Villanueva (Llanera), que fue el último en pasar a la lista verde, hace ya tres años y medio.
De momento, y hasta la salida de la torre de Soto, en las comarcas mineras hay siete elementos patrimoniales en riesgo. Además de la citada torre allerana, que se incluyó bajo la denominación de "Conjunto Histórico Artístico del castillo de Soto y su entorno urbano", la lista roja también incluye el Palacio de Los Faes de Miranda (Carabanzo, Lena), la Sociedad Ibérica del Nitrógeno –conocida como Nitrastur– (Langreo), el sanatorio, la botica y la escuela de niñas del poblado minero de Bustiello (Mieres), el Torreón de Peñerudes (Morcín), la iglesia de Ricao (Caso) y el último bien en ser agregado al listado, una parte del conjunto de la antigua fábrica siderúrgica de La Felguera (Langreo).
Juan Carlos Iglesias señaló que ahora "la torre de Soto ha tomado una dimensión diferente a la que tenía cuando se incluyó en el listado. No solamente se han realizado los trabajos para su conservación, sino que se han hecho descubrimientos que hacen que el futuro sea más que prometedor". "Queremos que Soto sea uno de los ejes centrales y de nuestros símbolos de cara al turista", señalaba el regidor allerano.
