Casi tres años, 30 meses. Es el tiempo que lleva cerrada la piscina municipal de San Martín del Rey Aurelio, en Sotrondio. En ese periodo las instalaciones han sufrido un importante deterioro a lo que en los últimos meses se han sumado robos y actos vandálicos. Se han llevado parte de la grifería y han destrozado las puertas de acceso.
Mientras, los niños de San Martín que este año se han apuntado a natación como actividad extraescolar tienen que desplazarse a concejos limítrofes para ir a la piscina. Lo hacen a Langreo, los de la zona baja del concejo, o a Laviana, los que viven en la parte alta.
Desde IU en San Martín y la formación "Arranca San Martín", han denunciado en numerosas ocasiones una situación pero por desgracia "no se ve solución", apuntan.
Manuel Reinoso, portavoz municipal de IU, cifra en 50.000 euros el coste de volver a poner en marcha la piscina, dinero del que no dispone ni el Ayuntamiento ni la empresa concesionaria de la instalación. La apuesta de IU es la remunicipalización del servicio, "que abarataría costes ya que no habría el margen comercial que si tiene la empresa que la gestiona".
"No hay dinero porque se gastó en otras cosas, entre ellas pagar la deuda del patronato deportivo", apunta Reionoso.
Lo mismo dicen desde "Arranca San Martín", que el dinero que se tenía que haber invertido en reabrir la piscina, tomó otros caminos. "Está todo abandonado y no hay interés el volver a abrir. En el Ayuntamiento nos dan largas, en junio nos dijeron que se pondrían a ello en septiembre pero no se ha hecho nada y la instalación se sigue deteriorando", explicó Raúl Cepeda, secretario general y de organización de la formación.
"Arranca San Martín" ya ha convocado concentraciones para exigir la reapertura de la piscina y según avanza Cepeda volverán a hacerlo.
Las instalaciones municipales, con piscina climatizada, cerraron sus puertas en marzo de 2020 a causa de la pandemia del coronavirus, al igual que lo hicieron muchos otros equipamientos similares. Lo que ocurre es que la piscina nunca volvió a abrir sus puertas. Desde hace 30 meses permanece cerrada para malestar de usuarios, vecinos y partidos políticos de la oposición municipal.
