El Entrego está de luto estos días. El motivo, el fallecimiento el miércoles día 5 de octubre de Alfredo Antuña Álvarez, "Fredín", a los 71 años de edad. Todo un referente en la gastronomía y la vida social de la localidad, donde regentó hasta el año 2009, el de su jubilación, el restaurante La Laguna. Un establecimiento que ya entonces tenía 82 años de historia, en el que se inventaron el que es santo y seña de la cocina entreguina: les "cebolles rellenes". "Fredín", como era popularmente conocido en San Martín del Rey Aurelio, por su familia y por sus amigos, murió en el hospital valle del Nalón, tras años de lucha contra la enfermedad. Falleció dos meses después que su madre, Matilde Álvarez, cocinera en La Laguna, guardiana, al igual que su hijo, de la mejor hostelería de El Entrego.

Antuña Álvarez era, tal y como apuntaron sus allegados, "una persona extraordinaria", que "tendría que haber vivido todavía mucho más. Es una pena muy grande". De 71 años, el hostelero echó "miles de culetes", y fue el heredero de la saga de emprendedores que en 1927 abrió el restaurante La Laguna –que casi todos conocían como "el Bar"–. Fue la tercera generación de la familia Antuña que regentó el establecimiento, lugar de reunión y tertulia para muchos vecinos.

"Fredín", persona "amable con todo el mundo" tenía esposa, Concha Sopeña, y dos hijas, Carmela y Candela, además de dos "nietinas, las quería con locura", Manuela y Julia.

Hoy viernes, a las 11 de la mañana, se celebra el funeral en la iglesia de San Andrés, para ser a continuación incinerado en el tanatorio de La Florida. El lugar en el que hasta esta mañana estuvo ubicada la capilla ardiente, por la que pasaron cientos de personas con el ánimo de dar su último adiós a "Fredín el de La Laguna", la persona con la que tantas horas pasaron en "El Bar".