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La obra del telecabina de Pajares entra en su última fase con la colocación del cable

Al mismo tiempo se traslada el antiguo telesilla del Branillín que se reutilizará para conectar las zonas media y alta de la estación

La instalación del cable del telecabina de Pajares. Valgrande-Pajares

A poco más de un mes del arranque de la temporada de esquí en el Principado (el año pasado comenzó el 2 de diciembre), las obras para la instalación del nuevo telecabina de Valgrande-Pajares entran en su última fase. Los operarios comenzaron este viernes a colocar el cable que une las pilonas y del que colgarán las cabinas en las que se trasladará a 2.000 esquiadores y turistas a la hora de la parte baja a la zona alta del complejo de deportes de invierno del Principado en el concejo de Lena.

En total son cuatro kilómetros de cable con un peso de 28 toneladas. La longitud de cable a instalar es superior a los 1.800 metros por cada recorrido, ya que hay que duplicar la cantidad porque se trata de ida y regreso, además, hay que sumar los giros en las estaciones de salida y llegada. Dada la gran longitud del cable, será necesario hacer empalmes del mismo entre los diferentes tramos que se vayan colocando.

La estación de salida del telecabina. Valgrande-Pajares

Una vez finalizada esta operación se procederá al tensado y alineamiento del cable y luego se colgarán las cabinas y se iniciará el proceso de pruebas para comprobar que todo funciona correctamente.

Antes de la colocación del cable uniendo las pilonas, los trabajos se centraron en el montaje de las estaciones de salida y retorno del telecabina, que llevará el nombre de Cuitu Negru. La primera de ellas se ha ubicado junto a la que hasta ahora era la salida del remonte principal de la estación, el Brañillín, que con la llegada del nuevo dispositivo quedará relegado a ser un telesilla secundario entre las zonas media y alta de la estación, acortando su recorrido notablemente. La estación de retorno, donde llegarán las cabinas, se ha situado en la zona más alta de Valgrande-Pajares, también cerca del desembarque del citado Brañillín, cuya estación de llegada sí que se mantendrá tal cual.

Los trabajos están siendo desarrollados por operarios de la empresa Doppelmay, la ganadora del concurso para el montaje del telecabina, con un coste superior a los ocho millones de euros con cargo a los Fondos Mineros.

Todo eso está previsto que concluya antes del inicio de una temporada en la que la estación de Valgrande-Pajares cumplirá 70 años de existencia. Cuando esté en funcionamiento, los esquiadores disfrutarán de algo nunca visto en la estación, poder acceder de la zona baja a la zona alta en apenas cinco minutos y sin el frío y la ventisca congelándoles la cara durante los más de 15 minutos que tardaba el telesilla cuatriplaza desembragable y los más de 21 minutos que invertía en el mismo recorrido la silla biplaza.

La instalación del telecabina corresponde a la primera fase del plan estratégico del Principado para la estación invernal de Valgrande Pajares. El pasado mes de abril se adjudicaron las obras por importe final de 9,7 millones y un plazo de ejecución de 9 meses. El gasto está cofinanciado con fondos mineros procedentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y recursos del Principado. La financiación global se reparte entre el 75% que aporta el Instituto para la Transición Justa y el 25% que sufraga el Principado.

En la primera fase está contemplada no solo la instalación del nuevo telecabina Cuitu Negru sino también el acortamiento del telesilla Brañillín y el desmontaje de los telesquíes La Hoya y Arroyo y de los telesillas Hoya de Cuitu Negru y Les Patines, en distintas zonas de la estación.

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