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La homologación de la máquina de vapor retrasa el tren turístico Collanzo-Trubia

El Adif debe autorizar la circulación de la histórica locomotora, que se ha probado con éxito y para la que ya se han seleccionado maquinistas

La locomotora «VA8», en las inmediaciones de El Berrón, donde se estuvo reparando. | LNE

Aunque no con toda la celeridad deseable, el proyecto del tren histórico del Caudal, que partiría desde Collanzo y llegaría a Trubia, sigue sumando paradas. Pese a que en un principio se había fechado como el presente otoño para la puesta en marcha de esta iniciativa turística, la realidad es que aún faltan algunos meses para su puesta de largo. Eso sí, los pasos se siguen dando. Y prueba de ello es que la locomotora a vapor "VA8", que será la cabeza tractora del convoy, ya funciona tras someterse a intensos trabajos de adecuación para que sea homologada. Fuentes de Renfe explicaron que ahora se está procediendo a la parte más farragosa, la administrativa, ya que poder poner en las vías convencionales esta máquina requiere de determinados permisos que tienen que ser concedidos por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).

Desde la compañía ferroviaria explicaron que "el proyecto sigue su curso y seguimos trabajando en él todo lo rápido que podemos". Los responsables de Renfe detallaron a este diario que la locomotora de vapor "VA8", fabricada por la Babcock & Wilcox en 1958, ya está operativa, si bien su puesta en marcha "requirió de trabajos muy precisos y complejos en el taller, que culminaron hace poco". Además, no solamente la locomotora de vapor está lista, sino que Renfe cuenta ya también con los maquinistas que guiarán el convoy.

"Seguimos caminando hacia el objetivo, aunque no podemos dar plazos ya que ahora entramos en una fase administrativa, que depende de lo que se tarde en resolver", explicaron desde Renfe. El motivo es que para poder circular por la red ferroviaria de interés general, esto es, las vías de Renfe y Feve, la máquina debe de obtener los permisos y homologaciones necesarias por parte de Adif. "La locomotora no deja de ser una reconstrucción, ya que hubo que trabajar en su puesta a punto", indicaron desde la compañía ferroviaria. Y esta es la razón por la que ahora debe de ser el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias el que tenga que dar el visto bueno a su circulación por las vías convencionales.

Los promotores del proyecto, la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara de Mieres, mostraron hace unas semanas su preocupación por el estado del proyecto, del que dijeron "acumula retrasos sin que se haya dado ninguna explicación". "Lo que único que precisa este proyecto es un compromiso político, ya que no requiere de ningún tipo de inversión", explicaban desde el colectivo mierense, que no entiende que el proyecto estuviese, aparentemente, en vía muerta: "La realidad es que ni tan siquiera se nos informa de los avances que se hayan podido hacer", apuntaban los directivos del área de Arqueología Industrial, que fue la encargada de elaborar el proyecto.

Un proyecto, por otra parte, que recabó el apoyo de todos los alcaldes de Mieres, Oviedo, Morcín, Ribera de Arriba y Aller, y que supondría aprovechar un trazado férreo de 55 kilómetros, con cuatro puentes y 23 tramos de túneles. Los regidores mostraron su respaldo desde el inicio, al que también se sumaba el Gobierno del Principado, escenificado con una reunión del propio presidente del Principado, Adrián Barbón, con los responsables de Renfe y los alcaldes. Y con unas declaraciones de la directora general de Turismo, ofreciendo un calendario inicial para la implantación de la iniciativa. Finalmente, no estará en otoño, pero la máquina ya echa humo.

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