La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El reconocimiento a una larga trayectoria feminista: mujeres que amparan a mujeres

Maeve y Abogadas por la Igualdad, premio "Meninas" tras dos décadas luchando para lograr hacer de la violencia de género un "problema social"

Marina González, a la izquierda, y Almudena López, en la sede de LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. | D.O.

A finales de la década de los 90 y a principios de los 2000 Marina González, funcionaria de justicia, y otras compañeras de la asociación Maeve trasladaban un biombo de sede judicial a sede judicial para que las mujeres víctimas de violencia de género no tuviesen que ver a su agresor durante los juicios. Eso, después de escuchar en comisaría a algún policía de los que justificaban la agresión con su ofensivo "algo habrá hecho", y antes de ver como el juez condenaba al hombre a un arresto domiciliario "que en realidad era una condena para la víctima".

Así fueron los inicios de la asociación Maeve, que junto a Abogadas por la Igualdad, recogerá el premio "Meninas", unos reconocimientos promovidos por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género que se entregan en todas las comunidades autónomas a finales de noviembre con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Maeve surgió en 1998 en la cuenca del Nalón, "en un escenario que no tiene nada que ver con el actual", reconoce González. De aquella no había instrumentos jurídicos para proteger a la víctima. Por no haber no había ni biombos, pero tampoco otros recursos que existen en la actualidad y que se han ido logrando con la lucha de muchas mujeres, entre ellas las que integran Maeva y Abogadas por la igualdad.

Ha habido avances, pero la portavoz de Maeve alerta de que "en el último CIS tan solo el 20 por ciento de la población considera la violencia de género como un problema de primer orden". Eso sí, con esfuerzo se logró la puesta en marcha de unidades policiales específicas, de fiscalías especializadas y del turno de oficio de violencia de género. "Ha mejorado el nivel de protección y asistencia a las víctimas", concede González, que resume que la clave "ha sido pasar de considerar la violencia de género un problema privado a que sea un problema social y un delito perseguible de oficio".

Almudena López, letrada en ejercicio y miembro de Abogadas por la Igualdad, insiste en que "fue muy importante la aprobación de la ley de 2004 de violencia contra las mujeres y sus posteriores revisiones". También es muy importante "que se lograse la suspensión de los regímenes de visitas de los agresores a sus hijos, que también son víctimas", pero "queda mucho por hacer". En lo que no entran es en analizar la nueva ley del "solo sí es sí". La estudiarán, la analizarán con sus compañeras y llegado el momento darán su opinión.

Las dos profesionales ven el premio "Meninas" como un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo que han realizado muchas mujeres durante años, pero Almudena López subraya que "el premio es para las víctimas y para sus hijos".

Pegadas al teléfono

La historia de Maeve y Abogadas por la Igualdad comenzó por separado. Las primeras empezaron a trabajar a finales del siglo XX y las segundas tras un congreso sobre violencia de género en 2008. Fueron coincidiendo en numerosos actos y en 2012 las dos asociaciones decidieron trabajar juntas. Ahora comparten ese teléfono de atención a las víctimas que está operativo las 24 horas del día los 365 días del año y que durante mucho tiempo fue el único disponible en Asturias, además del 112.

Así no es solo la atención a las víctimas sino una lucha constante por los derechos de la mujer. Desde 2015, Abogadas por la Igualdad se presenta como acusación popular en todos feminicidios ocurridos en Asturias o con víctimas asturianas. Las cosas han cambiado pero Marina González cree que "hay una involución". "Hay grupos políticos que han llevado a las instituciones ideologías que estaban larvadas". La portavoz de Maeve cree que "había expresiones que habíamos dejado de oír y que hoy se vuelven a verbalizar porque la presencia de esos grupos políticos en los parlamentos las legitima para sus seguidores".

Esa es una de sus grandes preocupaciones. Otra es la juventud. González pone sobra le mesa un estudio que arroja un resultado aterrador. "Uno de cada cinco jóvenes de entre 18 y 25 años niega la existencia de la violencia machista y dice que es un invento político". Su compañera de Abogadas por la Igualdad añade otro estudio en el que "un 54,7 por ciento de las chicas reconocen que han tenido relaciones sexuales sin desearlo".

Las dos celebran el premio pero lo que les gustaría es firmar el acta de disolución de sus asociaciones "porque ya no fuesen necesarias". Por el momento seguirán trabajando por y para las mujeres.

Compartir el artículo

stats