José Luis Marrón Jaquete | | Economista, pronuncia una conferencia en Ciaño sobre la crisis

José Luis Marrón Jaquete, economista: «Las ayudas públicas deben estar focalizadas hacia sectores estratégicos»

«Los fondos ‘Next generation’ de la UE son la segunda gran oportunidad para Asturias tras perder la primera, la de los fondos mineros»

José Luis Marrón Jaquete, en Oviedo. | Fernando Rodríguez

José Luis Marrón Jaquete, en Oviedo. | Fernando Rodríguez / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

Una pandemia que aún no hemos superado, a la que se ha unido la guerra de Ucrania, son los mimbres sobre los que se ha tejido una crisis económica que no esperábamos y que nos retrotrae a 2008, el año en el que todo el sistema financiero mundial se tambaleó. El economista José Luis Marrón Jaquete, colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA, hablará mañana viernes sobre estas cuestiones en la Casa de la Buelga de Ciaño. A invitación de la Asociación Cauce del Nalón, el experto pronunciará la conferencia «Políticas económicas en la era de la incertidumbre». Será a las 20.00 horas y la entrada es libre.

–Dos crisis económicas mundiales y aún no llevamos ni un cuarto del siglo XXI.

–Así es. En realidad el título de la conferencia es algo inabarcable por eso me he centrado en esas dos crisis, la actual, que tiene su origen en la pandemia y ha sido reforzada con la guerra de Ucrania y la crisis financiera de 2008.

–¿Son muy distintas?

–Hay aspectos en los que se parecen. Lo principal es que son crisis sistémicas globales. La del 2008 fue una crisis financiera y por tanto genera inestabilidad, fue una crisis de demanda. La de la pandemia es una crisis de oferta, desde el punto de vista energético, de suministros básicos y de materias primas, algo que se reforzó con la guerra.

–¿Y las políticas económicas?

–Lo principal para la recuperación será el uso adecuado de los fondos Nex Generation. Son 140.000 millones de euros de ayudas de la Unión Europea de los que 90.000 serán a fondo perdido y el resto con préstamos de los que aún no se ha echo uso. Luego están el plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y el Pan de Contingencia de Europa.

–Parece que dinero hay.

–Lo importante no es cuánto se gasta sino cómo se gasta, lo que los alemanes llaman «ayudar de manera inteligente». Esa ayuda tiene que ser selectiva y focalizada, aportar a sectores estratégicos y a los desfavorecidos. Tiene que haber una focalización y una temporalidad de las ayudas.

¿Por qué temporalidad?

–Porque si no puede haber una petrificación en los presupuestos generales del estado y esto lleva a la inestabilidad. Desde la política es más fácil dar ayudas que quitar las que han nacido con vocación temporal, por eso la retirada debe ser también selectiva. En 2023 habrá que replantearse la continuidad de las ayudas. No parece razonable utilizar el IVA en esa estrategia, pero sí otras medidas como los bonos sociales temporales, que conviene prolongar en el tiempo.

–Los fondos europeos parece que están focalizados.

–Tienen un carácter de apoyo a los ejes sobre los que gravita la UE: transición energética, agenda digital, cohesión social e igualdad de género. Habrá que hacer buen uso de ellos. Pero ojo, también llevan el añadido, y de esto se habla poco, la obligatoriedad de realizar las transformaciones estructurales que necesita la economía. Hay que gastar bien y adaptar las instituciones. Hay que iniciar el camino de la transformación de la administración, que sea un elemento de agilidad para las inversiones. Está aún pendiente la financiación autonómica, que es casi exuberante y no va a poder seguir así porque las costuras no van a aguantar.

–Usted sabe bien lo que fueron los fondos mineros. ¿Hemos aprendido algo?

–Los fondos mineros son el ejemplo casi total de como no hacer las cosas. Pero es difícil compararlos con los fondos actuales. El problema de los fondos mineros fue la suplantación del poder político decisorio que debía corresponder a los gobiernos por el poder decisorio de una persona y su red clientelar. Eso estaba condenado al desastre. El problema de los fondos Nex Generation y de otras ayudas podría ser la eficiencia de la administración, no que sean teledirigidos. La prueba es que si estamos asistiendo a cierto retraso es por la ralentización burocrática.

–¿Son estos fondos una gran oportunidad para Asturias?

–Son la segunda gran oportunidad para Asturias. Perdimos la primera, la de los fondos mineros. Había muchísimo dinero, era desbordante, pero mal utilizado. Ahora no hay tanto dinero, pero estamos en un momento fundamental, con proyectos que van a transformar la base económica de Asturias. Tenemos puntos fuertes, grandes empresas y enorme tradición. Hay que apostar por sectores maduros que puedan adaptarse y ser fundamentales en el futuro.

–Usted, que fue director general de Finanzas de Hunosa, ¿ve a la empresa como uno de esos puntos fuertes?

–Está haciendo una labor loable, como la transformación de la térmica de La Pereda, que yo llamo la pequeña estufa del SOMA. Se está abriendo a nuevos campos, nuevos usos y consumos, que es algo muy interesante, y veo una tímida diversificación.

–Apunte alguno de los caminos que podría seguir.

–Hay algo que no he estudiado con profundidad y de lo que se habla muy por encima de vez en cuando que es el uso de las galerías y los pozos. Se planteó en alguna ocasión que podrían ser un buen lugar para instalar servidores informáticos y almacenar datos. Un tema a analizar y estudiar, se debería dejar de la mano. Ya le digo que no conozco las necesidades técnicas para esos usos pero creo que se debería explorar la posibilidad de la que ya se habló alguna vez.

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