La canción tradicional asturiana regresa a los chigres de Mieres

Un grupo de cantantes aficionados crea la coral «Cantares» para poder actuar en bares y sidrearías: «Lo de juntarse cuatro amigos y entonar una canción se está perdiendo»

Los componentes del Coro, en el local de ensayos.

Los componentes del Coro, en el local de ensayos. / D. M.

Los más veteranos aún recuerdan con melódica nitidez como Juanín de Mieres se arrancaba con frecuencia a cantar en los chigres de la ciudad. Hasta los niños le requerían para que trovara a través de la tonada. El caso del «almirante» de la canción asturiana no es ni mucho menos singular, ya que todas las grandes voces afinaron con frecuencia su instrumento apoyados en las barras de los bares. Cantar en los chigres fue hasta no hace mucho algo habitual y normal en toda Asturias y, en especial, en las Cuencas. Ahora que esta costumbre social parece añeja e incluso inapropiada, un grupo de mierenses se ha organizado para recuperar el «cantu de chigre».

Yolanda Díaz y Chema Castillo son los responsables del alumbramiento del coro «Cantares», que ha nacido con el propósito de que la música tradicional asturiana regrese a los bares y sidrerías de la ciudad. Ambos provienen del llamado «corón» de la Escuela de Música y su proyecto tiene una semilla emotiva. Y es que en el fondo de la iniciativa late un sentido homenaje a Ovidio «Ovi» Barbao , integrante también del citado coro de la Escuela de Música y fallecido el año pasado mientras disfrutaba en la playa de Morís (Caravia) de su otra gran pasión, la pesca.

Los integrantes del coro, durante su actuación en el homenaje a Facundo Fernández.

Los integrantes del coro, durante su actuación en el homenaje a Facundo Fernández.

«Al acabar los ensayos nos gustaba tomar una botella de sidra y cantar en el bar. Ovidio tenía la idea de hacer un coro pequeño para recuperar los cantos de chigre. El pobre falleció sin hacer realidad ese propósito», apunta Yolanda Díaz. Pero aquella inquietud compartida ha terminado dando forma a una realidad coral. Al final, la agrupación ha iniciado su andadura siendo un poco mayor de lo que se previa, alcanzado la veintena de integrantes. «En principio queríamos haber sido un ochote de doce, pero luego nos dimos cuenta que necesitábamos tener gente de refuerzo por si alguien falla por motivos de trabajo o cualquier otro imprevisto», explica Chema Castillo. «Lo que sí teníamos muy claro es que en este caso queríamos un grupo de buenos cantantes, que sepan leer una partitura». 

Los miembros de «Cantares» ya llevan varias semanas ensayando en un local del barrio de Requejo. Incluso han actuado en público, en el homenaje tributado recientemente en el Auditorio «Teodoro Cuesta» a Facundo Fernández, alma del concurso de canción asturiana «Cuenca del Caudal». La coral ha recurrido a la dirección de Elena Miguélez. «Estamos encantados con ella y nos da un plus de calidad». La formación tiene previsto comenzar a cantar a finales de invierno o principio de primavera. Su gran reto es recuperar el «cantu de chigre».

«La idea es poder participar en concursos y, en Mieres, recuperar la tradición de cantar en los bares. Es decir, hacer recorridos por los ejes hosteleros cantando temas populares», destaca Castillo. El proyecto ha arrancado desbordado de ilusión. «Hay que recordar que formaciones tan populares como el Ochote la Unión nació en los bares e incluso ensayaba en un bodegón», aporta Díaz. «Lo de juntarse cuatro amigos en un chigre para cantar se perdió, de hecho en muchos sitios está prohibido cantar . La idea es poder organizar concursos y encuentros autorizados para recuperar esta tradición», apuntan.

Canciones populares

Muchos de los integrantes de «Cantares» provienen del y citado «corón» de la Escuela de la Música, Pera también hay voces del Coro Minero . Su repertorio será variado, con habaneras, pero sobre todo con temas que resuenan incesantemente en el imaginario popular asturiano. Pretenden que en los chigres vuelva a escucharse el «Chalaneru», «Soy de Verdicio» o «Mocina dame un besín». Lo harán, además, a cuatro voces y con una cuidada afinación.  

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