Tres avilesinas, primeras usuarias de la telecabina de Pajares: "Es una pasada, cambiará la estación"
Una treintena de personas desafiaron al mal tiempo para probar el nuevo remonte, que se abrió este jueves al público

Por la derecha, Aurora Adeva, Isabel Bedia y Rosana García, suben a una de las cabinas del nuevo remonte. | A. Velasco

Aurora Adeva, Isabel Bedia y Rosana García, tres mujeres de la comarca de Avilés, han sido las primeras usuarias de la telecabina de Pajares. Pasadas las once de la mañana de este jueves, estas tres esquiadoras habituales se subían a una de los dispositivos para probar el remonte, en el primer día de apertura al público: "Es una pasada y va a cambiar la estación", coincidían. Estas tres mujeres fueron las primeras en llegar al telecabina de Valgrande, que abre en horario de mañana como reclamo turístico ante la falta de nieve, pero no fueron las únicas. En total, un par de docenas de personas, la mayoría a última hora de la mañana, se atrevieron a dar el primer viaje en la flamante telecabina que, ante la poca carga de trabajo esperada, solamente tuvo operativas la mitad de las cabinas, una veintena.
Las tres avilesinas confesaban que, tras enterarse de la apertura al público, se habían decidido a montar la excursión hasta la telecabina. Se mostraron ilusionadas por ser las primeras en subir al remonte. "Nos lo han dicho cuando lo hemos cogido abajo y la verdad es que nos ha prestado mucho", apuntaba Adeva, que explicaba que "nosotras hemos venido desde niñas aquí y el cambio es maravilloso". Mientras, Isabel Bedia agregaba que "lo que esperamos es que sirva para atraer mucha más gente a la estación y eso se traduzca en un impulso para la zona". "Subir en cuatro minutos a Cueto Negro es casi un sueño, como esquiadoras va a ser una pasada", remataba Rosana García. Tras tomar un caldo en la cafetería del Cueto Negro, emprendían el viaje de vuelta, donde contaron en su cabina con un invitado de excepción, el director del complejo, Javier Martínez Iglesias, que las acompañó en el descenso explicándoles algunas curiosidades de la nueva máquina.

Graciela Tomillo, a los mandos, y Tere Silva, en el control de la estación de retorno de la telecabina. | A. Velasco / A. Velasco
Mientras, arriba quedaban en una de las salas de control, y a los mandos del aparato, Graciela Tomillo y Tere Silva. Estas dos trabajadoras de la estación también estaban muy contentas con el estreno del remonte. "Es una pasada, la verdad es que era algo que se necesitaba y estoy muy contenta", apuntaba Tomillo, mientras revisaba los controles y la velocidad de las cabinas, que iban regulando entre los cuatro y los cinco metros por segundo, en función del viento. En total, entre cuatro minutos y medio y cinco minutos y medio de un viaje que nada tiene que ver con el telesilla que antes llevaba a los esquiadores a la cima de Valgrande.
Los segundos visitantes en pisar la cima de Cueto Negro a lomos de la telecabina fueron una pareja de leoneses. Una de ellas fue Ana Isabel Guerra, de La Bañeza, que explica que "el cambio ha sido increíble. Ya conocíamos la estación, pero es una pasada ver cómo ahora se puede subir así de rápido". "Tanto la velocidad, como no pasar frío o poder subir en el verano con las mascotas y las bicicletas a conocer la montaña, es un cambio abismal", indicaba esta mujer, que también se refugiaba, como las avilesinas, en la cafetería, ante el día de niebla y lluvia que hacía fuera.
Perfil
Y precisamente el local hostelero, sobre el que comenzaba a nevar tímidamente al filo del mediodía, es uno de los negocios que tiene Javier Fernández, concesionario tanto de la cafetería del Cueto Negro como de los alquileres de material de esquí. "Estamos encantados porque de estar a punto de cerrar a tener uno de los remontes más punteros de España el cambio es increíble", señalaba el joven, para agregar que "ahora pensamos que el perfil de cliente va a abrirse y vamos a poder recuperar el turista que antes había y que hacía años que se había perdido, más aún con la pandemia".

Llanos Contreras y Alfredo Lozano, con el nuevo remonte a sus espaldas. | A. Velasco
Pasado el mediodía, la estación recibía otro par de visitantes. Llanos Contreras y Alfredo Lozano habían subido a ver, en principio, el nuevo remonte. Aunque una vez allí, les estaba picando la curiosidad de subir. Residentes en Madrid, aunque con una casa en la localidad lenense de Malvedo desde hace cuatro años, explicaban que "creo que lo vamos a probar, no lo teníamos previsto, pero la verdad es que al verlo tenemos ganas". "Antes, para esquiar se tardaba muchísimo y ahora en cinco minutos vas a poder estar arriba", señalaban ambos, deseosos de ver la nieve llegar a las pistas lenenses.
El que tampoco quiso perderse el primer día oficial de la telecabina fue una de las personas que también tuvo que lidiar con las peticiones de esquiadores, clubes, concesionarios y turistas. José Ramón Tuero, exdirector general de Deporte y concejal del ramo en Gijón, acudía para subir en la telecabina. "La verdad es que es un triunfo de toda la familia payariega, de aquella plataforma que se formó con todos los sectores para pedir un nuevo remonte, y por fin, se ha conseguido y se ha dado el salto de calidad que la estación tanto necesitaba", explicaba el exdirector de Deportes del Principado que, con su carácter afable, bromeaba con el hecho de que "ahora es hasta aburrido subir, ya no te da vértigo". En especial, Tuero quiso tener palabras de cariño, como las tuviera un día antes la delegada del Gobierno, Delia Losa, para el director de la estación, Javier Martínez: "Ha trabajado mucho y que ahora haya una telecabina en Pajares es 'culpa' suya en buena parte".

Por la izquierda, Javier Martínez, director de la estación, y José Ramón Tuero, exdirector general de Deporte, a punto de coger la telecabina. | A. Velasco
Al final del horario de apertura del remonte, entre las 13:30 y las 14:00 horas, llegó algún grupo más de turistas. Completaron las primeras decenas de personas en subir a la nueva telecabina en el día de su estreno. Durante las próximas jornadas, el nuevo remonte estará abierto en horario de mañanas, entre las 10:00 horas y las 14:30 horas. El precio de acceso al mismo es de 8 euros, aunque los abonados a la estación pueden utilizar sus pases de temporada. Los que no lo sean, podrán sacar sus tíquets en las taquillas ubicadas en el aparcamiento más cercano a la nueva telecabina. Y es que ahora, el nuevo "Cueto Negro" es el alma y motor de Valgrande-Pajares.
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