Los vecinos de las Ubiñas temen que el presupuesto para arreglar La Cubilla "se quede corto"

La obra tiene asignados 1,2 millones, pero el proyecto es previo a la inflación

Una pancarta reclama el arreglo de la carretera de La Cubilla, cuyo deteriorado aspecto se ve en el espejo de la derecha.

Una pancarta reclama el arreglo de la carretera de La Cubilla, cuyo deteriorado aspecto se ve en el espejo de la derecha. / JUAN PLAZA

No hay tranquilidad para los vecinos de la vertiente lenense del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. Solo unos días después de que el Gobierno del Principado anunciara la esperada obra del puerto de La Cubilla, principal acceso al espacio protegido desde Asturias, el desglose de la adjudicación preocupa a los afectados. Son 1,2 millones de euros para una reforma integral: "Nos tememos que se queden cortos, ya que este proyecto fue presupuestado antes del aumento de la inflación y la consiguiente subida generalizada de los precios", apuntó Auri Villar, portavoz vecinal en el parque natural.

La obra de La Cubilla se hizo mucho de esperar. Ya en 2019, los vecinos se movilizaron para exigir un arreglo de la vía. Llegaron a cortar la carretera el día de inicio de la temporada de pastos y también a manifestarse en la Junta General del Principado de Asturias. Afirmaban que la carretera es "un peligro". Está muy transitada por ganaderos; se estima que más de 300 productores tienen sus pastos en el puerto. Además, da acceso al puerto de Pinos -en territorio de Babia pero de titularidad mierense-. También está muy frecuentada por turistas y deportistas, más especialmente desde el final del confinamiento del covid-19. "El 'boom' de los deportes de montaña se notó desde el principio", apuntó Villar.

Y la carretera cada día estaba peor. El Gobierno regional prometió comenzar la obra cuando la disponibilidad económica lo permitiera. Y, por fin, llegó el proyecto. "Lo cierto es que tanto el proyecto como el presupuesto para la actuación son relativamente antiguos, dada la subida de precios generalizada que se ha dado en los últimos meses", señaló ayer la representante vecinal. Es por eso que estarán "vigilantes" en dos aspectos.

El primero, en que el proyecto que se ha adjudicado se ejecute punto por punto. Esta esperada obra, que llega cofinanciada con fondos europeos de la línea Feader, comprende la "rehabilitación superficial del pavimento de varios segmentos, donde se aplicará una primera capa de regularización y una segunda capa de rodadura de 4 centímetros de espesor", han explicado desde el Gobierno regional. Además, en otros cinco tramos ubicados entre los puntos kilométricos 5 y 19 -de Los Pontones a Tuiza-, "se llevará a cabo una rehabilitación estructural del firme para garantizar la estabilidad de la nueva calzada". El proyecto inicial incluye también la construcción de seis muros de hormigón (puntos kilométricos 5+350, 5+380, 9+950, 11+225, 19+800 y 26+600), la renovación del sistema de drenaje. También contempla la mejora de la señalización vertical y horizontal y de los sistemas de balizamiento. El segundo, que la carretera quede "en buen estado" cuando las obras finalicen. "Estamos hartos de parches, queremos una actuación integral. Sobre el papel, la hemos conseguido; pero queremos asegurarnos de que el acceso ya no revestirá peligro cuando la intervención termine", destacó la portavoz de los vecinos.

Suscríbete para seguir leyendo