Los usuarios piden soluciones ante el mal estado del polideportivo de Sama: “Tenemos miedo”

La caída del falso techo en el pasillo de los vestuarios se suma a las habituales goteras en la pista polideportiva

Daños en el pasillo de acceso a los vestuarios de Los Llerones

Daños en el pasillo de acceso a los vestuarios de Los Llerones / LNE

David Orihuela

David Orihuela

La situación del polideportivo de Los Llerones, en Sama es “lamentable” en opinión de los usuarios, que confiesan tener miedo ante los últimos daños que presenta el edificio. La semana pasada se vino abajo parte del falso techo del pasillo de acceso a los vestuarios “y encima está la grada, que a veces se llena”, dicen los usuarios. “Tenemos miedo a que pase algo”, insisten. 

Agua en la pista de Los Llerones

Agua en la pista de Los Llerones / LNE

En los últimos días las críticas han arreciado entre la gran masa social de usuarios de las instalaciones deportivas, tanto por parte de los propios deportistas como por acompañantes, especialmente padres y madres de chavales que juegan en los equipos que entrenan y compiten en el polideportivo. Los partidos políticos también han mostrado su malestar por la situación e incluso Unidas por Llangréu ha solicitado en el registro municipal el cierre preventivo del polideportivo.

En la pista polideportiva han aparecido de nuevo goteras, “es algo que viene de lejos”, explican los usuarios, que añaden que “cada vez que llega el invierno y llueve un poco, estamos en las mismas”.

Unidas por Llangréu denunció la semana pasada que en Los Llerones, "la falta de mantenimiento y atención, tanto por parte del Principado, propietario de la instalación, como del gobierno local, que es quien tiene cedido su uso, ha supuesto que el polideportivo, cada vez más deteriorado por las humedades, se haya convertido en un espacio de alto riesgo para los usuarios".

La formación pide que se cierre la instalación ya que "de no hacerse así, se incurrirá en una grave irresponsabilidad que podría tener consecuencias legales a futuro".

Esta exigencia la hacen extensiva al polideportivo de Ciaño, "instalación de propiedad municipal, que también presenta serios problemas con diversas fisuras y boquetes en sus paredes que podrían llegar a provocar el desplome de las mismas".

Campo de hierba

El temor de los padres de los niños que juegan en la pista ha llevado a muchos de ellos a solicitar al Alcázar Club de Fútbol “que presione al Ayuntamiento para que reparen los daños”. Los padres recuerdan también que “está pendiente el arreglo del campo de hierba sintética donde la temporada pasada se lesionaron dos chavales”.

La directiva del Alcázar CF, reclamó ya el pasado mes de octubre la reforma del campo de fútbol de Los Llerones ante el aluvión de lesiones que han tenido entre los jugadores. La última ese mismo mes, cuando un cadete se rompió la tibia durante un partido al quedar clavada la bota en el césped.

Desde el club decano del fútbol base asturiano señalan que la financiación para este proyecto ya está disponible desde el pasado mes de agosto y que la situación es "insostenible". Y es que en los últimos tres años ya acumulan una treintena de lesiones en el terreno de juego.

El campo de fútbol del Alcázar es una concesión entre el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Langreo al cincuenta por ciento. La obra del cambio de césped cuenta con un presupuesto de 180.000 euros que sufragan a partes iguales ambas administraciones. El Principado ya aprobó su parte el diciembre de 2021, mientras que el Ayuntamiento de Langreo hizo lo propio aprovechando el remanente de tesorería. Con la financiación aprobada, lo único que queda sería su licitación, algo que corresponde al Principado de Asturias, según señalaron desde la directiva.

La hierba artificial que actualmente tiene el campo de fútbol de Los Llerones fue colocada en 2006. La vida útil de del césped sintético, con un buen mantenimiento, es de doce años, con lo que hace tiempo ya que esta instalación traspasó esa frontera, poniendo en riesgo la salud de los jugadores.

La última obra que se llevó a cabo en el campo fue la instalación de una grada cubierta, que se inauguró en marzo de 2019. Con capacidad para 188 personas, ocupa 118 metros cuadrados en planta. La obra fue financiada por el Ayuntamiento de Langreo, que invirtió cerca de 60.000 euros en la actuación.

El campo de fútbol del Alcázar no disponía de gradas y su construcción era una reivindicación que fue trasladada en varias ocasiones al Ayuntamiento. Finalmente, en el mandato pasado, se acometieron los trabajos.

Ahora queda por ver cuándo se procederá a la licitación de la reforma del césped, cuando no parece haber ningún problema que lo retrase al contar con la financiación necesaria por parte de las dos administraciones.

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