"Caudalina" busca dueño: la yegua rescatada del río, que será subastada, irá al matadero si no hay ofertas

El Ayuntamiento de Mieres subastará el animal si no aparece el dueño y dejará como última opción el sacrificio

La yegua, en un box del recinto ferial de Nuevo Santullano.

La yegua, en un box del recinto ferial de Nuevo Santullano. / D. M.

La yegua "Caudalina" se recupera poco a poco de las tribulaciones que padeció durante los días que permaneció atrapada en el cauce del río, en Mieres, hasta que el pasado jueves fue rescatada por un grupo de ganaderos, que utilizaron una mula adiestrada para poder liberarla. El Ayuntamiento dispuso el exitoso operativo y ahora debe buscar un hogar para el animal. El dueño no ha sido localizado y, a nivel municipal, se da por hecho que no aparecerá. Todo indica que el animal saldrá a subasta. Si nadie lo reclama, su destino aún sería más penoso que acabar expuesta a las crecidas del río. Deberá ser trasladada al matadero para su sacrificio. Pero este infausto colofón a la historia parece improbable, ya que el Consistorio mierense confía en poder encontrar un hogar para el caballo.

La yegua se encuentra bien y permanecerá confinada en el recinto ferial de Santullano a la espera de que sea solicitada por su dueño. Los responsables municipales lo ven improbable, ya que éste asumiría el pago de los gatos del rescate, aún sin evaluar, pero a todas luces más costoso que el valor monetario del animal. Así, no se ha podido identificar a su propietario, aunque hay fundadas sospechas de que pertenece a un ganadero local conocido por sus malas prácticas en el manejo de los animales.

Si el dueño no aparece, cualquier ganadero podría reclamar el caballo. De no ser así, será sacrificado. Sería un paradójico final después del esfuerzo empleado en salvarle la vida: "Está claro que no lo podíamos dejar en el río para que muriera ahogado", sentencia el edil Marcelino Estrada. Hay testigos que afirman que la yegua se tiró al cauce a la altura de la desembocadura del río Cuna. Poco a poco fue bajando por la ribera hasta llegar cerca del polígono de Gonzalín, a casi dos kilómetros del punto inicial: "Como el cauce está bajo, no tenía problemas para alimentarse en las orillas", explican los integrantes de Protección Civil, que inicialmente intentaron sin éxito sacar al animal del agua. "Se encabritó y fue imposible poder ni tan siquiera atarla".

Durante días fue creciendo la inquietud entre los usuarios de la senda peatonal del río Caudal debido a la situación del animal, que algunos llegaron a bautizar cariñosamente como "Caudalín", sin saber que, en realidad, era "Caudalina". Ante una inminente crecida del río, el Ayuntamiento decidió que había que actuar. Se pusieron en contacto con un veterinario de Llanera, quien, de inmediato, recurrió a José Luis Zalón, un ganadero de Cangas de Narcea que ejerce de adiestrador de mulas para el rescate de vacas en la montaña. Éste acudió a Mieres a primera hora de la tarde del jueves al frente de un equipo integrado por una docena de ganaderos de Cangas de Narcea, Quirós y Cangas de Onís. Lograron sacar a la yegua del cauce atándola a la cola de una mula, que la condujo río abajo hasta Ablaña hasta encontrar un punto de evacuación. El operativo duró casi cuatro horas.

Carteles

El Ayuntamiento colocará carteles a lo largo de esta semana por diferentes enclaves ganaderos, como el monte Llosorio, para advertir de la situación del animal y cumplir con el protocolo en lo concerniente a la búsqueda del propietario. Si, como todo parece, no hay novedades, el Consistorio tendría que sacar a subasta el caballo. Cabría entonces la posibilidad de que nadie se interesara por él, pero el Ayuntamiento es optimista: "Llegado el caso nuestra responsable del área de ganadería seguramente haría las gestiones necesarias para encontrar a alguien que pudiera estar interesado en recibir a la yegua en su cabaña", apunta Estrada.

En principio, el protocolo establece que quien asuma la propiedad del animal debería asumir al tiempo los gastos de cuidado veterinario: "No suele ser una cantidad elevada, pero es un caso extremo e improbable; si vemos que nadie está dispuesto a cubrir el coste, pues lo cederíamos incluso gratis. El sacrificio sería una última opción en caso de no quedar ya más alternativas".

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