Cenera pide que se retome la obra de la carretera entre Mieres y Riosa, que dejó en 1997 una caja abierta de más de 4 kilómetros

Los vecinos reclaman que una actuación que, al menos, permita habilitar una pista donde estaba prevista una calzada de 7 millones de euros

Uno de los tramos de calzada abierto hace más de dos décadas.

Uno de los tramos de calzada abierto hace más de dos décadas. / zona carretera cenera - riosa en villar de gallegos

Los vecinos de Cenera quieren poder pasar a Riosa por carretera. Es una aspiración que se remonta casi medio siglo en el tiempo y que ha estado en varias ocasiones a punto de concretarse. De hecho, en 1997 se llegó a iniciar una obra que fue suspendida tras la apertura de la caja para el paso de la vía. Posteriormente se aprobaron más de siete millones de euros para el proyecto, que llegó a publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La actuación se vio afectada por la polémica supresión, en 2011, de las ayudas al carbón. Ahora, el movimiento vecinal pretende que se retome la iniciativa, aún con un alcance mucho más modesto del previsto inicialmente.  

“Ya es hora de que se retome una actuación que hace tiempo que debería ser una realidad”, apunta José Fernández. El presidente de la asociación de vecinos de Cenera recuerda que la caja de la controvertida carretera está excavada en su casi totalidad desde hace ya más de dos décadas. “Si la carretera es ya inviable a estas alturas, al menos se debería abrir una pista transitable de acceso para vehículos cuatro por cuatro o para que, en un momento determinado, pueda pasar un equipo de bomberos, ya que el abandono forestal de la zona es importante y un día podemos tener un problema grave con los incendios”.

Los vecinos tienen una postura clara. No quieren entrar en polémicas reclamando una inversión millonaria para esta conexión, pero demandan que al menos se habilite un paso: “La caja ya está abierta, pero han pasado tantos años que está impracticable”, apunta Fernández. 

El proyecto de la carretera entre Cenera y Riosa tiene su origen en una reclamación que se remonta hasta principios de los ochenta. Desde un primer momento se destacó tanto su valor ganadero, como turístico. Este segundo apartado ganó relevancia tras el descubrimiento del Angliru como referente ciclista. Hay que tener en cuenta también que en la vertiente mierense, el valle de Cuna y Cenera es uno de los polos más atractivos del municipio en cuanto a la presencia de visitantes, con una potente oferta hostelera. 

Dificultades geológicas relacionadas con la inestabilidad del terreno obligaron a suspender las labores del proyecto primitivo en la primavera de 1997, dejando como testigo la citada caja de carretera a medio abrir. Los trabajos contaron por entonces con 35 millones de pesetas, unos 210.000 euros, y se abrieron cuatro kilómetros de pista entre las inmediaciones de Villar de Gallegos y el límite del puerto de La Segá. En el momento de la interrupción de las labores se contabilizaban en el trazado abierto un total de 10 argayos de grandes dimensiones y varios desprendimientos de menor tamaño. 

Movilizaciones vecinales

Durante un tiempo hubo movilizaciones vecinales para que el proyecto se relanzara. Finalmente, el empeño personal del por entonces alcalde de Mieres, Luis María García, sirvió para que diez años después la actuación se retomase. El Ministerio de Industria autorizó la obra en 2010. El coste de la actuación superaba los siete millones de euros.

La construcción de esta vía planteaba numerosas ventajas para los dos municipios beneficiarios, Riosa y Mieres. Entre los principales atractivos de la infraestructura se encuentra en el ya citado acercamiento de Cuna y Cenera, uno de los valles del concejo con mayor potencial turístico, con uno de los puertos más conocidos y venerados por los amantes del ciclismo a nivel internacional, el Angliru. La actuación también contó detractores, que defendían que se trataba de una actuación muy costosa para el escaso uso que aparentemente tendría la calzada. 

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