De la basura a la pared de casa: la cáscara de castaña, el nuevo aislante para construcción que se investiga en Ladines

El Laboratorio Biomimético de Sobrescobio ensaya la utilización de residuos naturales para desarrollar nuevos materiales de uso cotidiano

Manuel Persa y Marlén López, en el Laboratorio Biomimético de Ladines. | L. M. D.

Manuel Persa y Marlén López, en el Laboratorio Biomimético de Ladines. | L. M. D. / Luisma DÍAZ

Luisma DÍAZ

Biomímesis. Una palabra complicada para explicar algo sencillo: imitar los diseños de la naturaleza para mejorar los diseños humanos. En obras públicas, construcciones, fabricación de materiales no contaminantes... Esta labor de investigación la desarrollan en Ladines (Sobrescobio) los componentes del Laboratorio Biomimético, la arquitecta Marlén López y el diseñador Manuel Persa. El trabajo empieza a dar sus frutos, precisamente usando uno de los frutos más abundantes y representativos de Asturias: la castaña, cuya cáscara y piel están siendo probadas para ser utilizadas como nuevo material. El grupo Giconsime (Grupo de Investigación de Construcción Sostenible, Simulación y Ensayo) de la Universidad de Oviedo está evaluando sus propiedades, que parecen prometedoras, sobre todo como material aislante, para ser utilizado en obras, y como fieltro. De la basura, a la pared de casa.

La cáscara de castaña triturada. | L. M. D.

La cáscara de castaña triturada. | L. M. D. / Luisma DÍAZ

Tal y como indican Persa y López, "en nuestra búsqueda por fabricar nuevos materiales de origen biológico, descubrimos que al triturar las cáscaras de castaña, su interior aterciopelado se convertía en un material similar al algodón". Tras unas pruebas prometedoras, pronto se quedaron sin materia prima, pero un anuncio que colgaron en el tablón del pueblo hizo que esto cambiase. Redes sociales mediante, se vieron prácticamente desbordados, con recogida en el Ayuntamiento, con vecinos, colegios, la asociación La Benéfica de Rodrigo Cuevas... "Gracias a la colaboración desinteresada de un montón de personas, este año nos han llegado cáscaras desde toda Asturias, con las que seguimos haciendo pruebas".

Diseños y elaboraciones realizadas con nuevos materiales naturales. | L. M. D.

Diseños y elaboraciones realizadas con nuevos materiales naturales. | L. M. D. / Luisma DÍAZ

La cáscara se mezcla con aglutinantes naturales y agua, un trabajo que realizan en su sede de Ladines, unión de cocina –con "termomix" incluida– y laboratorio científico. "Hacemos diversas recetas, para probar cuáles son sus características", exponen. El material resultante "es una masa fácil de trabajar sobre moldes, incluso con las manos". Posee "un tacto suave y firme al estar formado por pequeños hilos algodonosos, que permiten crear piezas compactas y difíciles de romper".

Este material de castaña está permitiendo fabricar "biotextiles y biocerámicas, con los que diseñamos algunos objetos de mobiliario, además de paneles de los que se está analizando su transmitancia acústica y térmica". Su uso es prometedor para sustituir muchos de los actuales materiales aislantes, que habitualmente se fabrican con productos químicos. "Las comunidades donde el cultivo del castaño tiene mayor importancia son Asturias, Galicia y Castilla-León, con una producción total de unas 16.000 toneladas, con lo que tendríamos un residuo cercano y accesible que podemos utilizar como materia prima".

La piel de naranja es otro de los residuos orgánicos con los que se investiga en el Laboratorio Biomimético. "Esta es nuestra forma de trabajo, encontrar nuevos materiales útiles, que sean naturales y aprovechen lo que ya hay. Todo puede tener una nueva vida".

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