Jóvenes con sueldos "precarios", el perfil de los nuevos usuarios del Banco de Alimentos de Asturias

La entidad registra una caída de beneficiarios respecto a los años de pandemia, y más del doble de donaciones que en la Gran Recogida de 2021

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Familias jóvenes, monoparentales, con sueldos precarios, con hijos e iniciando un proyecto de vida. Ese es el perfil del nuevo beneficiario de la ayuda prestada por el Banco de Alimentos de Asturias. Al menos, así lo entiende Bernardo Sopeña, el presidente de la entidad, que ha hecho balance este jueves del año 2022, así como también, específicamente, de la campaña de la Gran Recogida, que se llevó a cabo a finales del ejercicio. Unos datos que reflejan que el pasado año los usuarios del Banco de Alimentos decrecieron hasta los 14.215, cuando dos años antes, durante la pandemia, la cifra superaba los 20.000. Y aunque no se llegó a las cantidades esperadas (unas 300 toneladas de alimentos), la Gran Recogida también ha dejado buen sabor de boca en la entidad, ya que con los más 253.000 kilos obtenidos, se han incrementado en más del doble las donaciones de 2021.

Desde el centro logístico del Banco de Alimentos de Asturias, ubicado en el polígono de Argame, en Morcín, Bernardo Sopeña explica que el pasado 2022 "fue bastante bueno, sobre todo la primera parte del año, porque el segundo semestre comenzaron a dispararse los precios de los alimentos y bajaron también las donaciones a consecuencia de ello". De lo que se mostró satisfecho el presidente de la entidad social es de la caída en el número de beneficiarios: "Ha bajado respecto al 21, pero especialmente si comparamos con 2020. La pandemia hizo que fuese tremendamente complicado", apuntó Sopeña, para agrega que actualmente hay "algo menos de 15.000 usuarios, cuando en la época más cruda de la pandemia se llegaron a superar los 20.000".

Voluntarios empaquetando comida en las instalaciones del Banco de Alimentos. | A. Velasco

Voluntarios empaquetando comida en las instalaciones del Banco de Alimentos. | A. Velasco

En los datos ofrecidos por el Banco de Alimentos se especifican que durante el año 2022, se repartieron más de 1,85 millones de kilos de comida, con un valor económico superior a los 3,2 millones de euros. La entidad colaboró con 145 organizaciones y repartió alimentos directamente a casi 3.200 familias, llegando exactamente a 14.215 personas.

En cuanto al reparto entre ese total de usuarios, destaca que la mayoría de la comida fue a parar a hogares y familias, con 10.787 beneficiarios, es decir, más del 71% del total. Hubo 934 beneficiarios menores, 340 discapacitados, 375 drogodependientes, 644 personas mayores y 980 transeúntes. También se llegaron a 218 personas a través de la comunidad religiosa y a otras 240 por emergencia social.

El perfil de los usuarios es, según explicó Sopeña, nuevo: "Son personas jóvenes, parejas... Esto viene derivado por la alta tasa de paro juvenil y porque los sueldos son muy precarios". Además, el presidente del Banco de Alimentos explicó que "para empezar un proyecto de vida necesitan ayudas, especialmente las familias monoparentales, con hijos... Son situaciones complicadas", apostilló.

Alejandro Álvarez carga una furgoneta para la Asociación Mierense de la Cocina Solidaria (Amicos). | A. Velasco

Alejandro Álvarez carga una furgoneta para la Asociación Mierense de la Cocina Solidaria (Amicos). | A. Velasco

Pese a todo, el Banco de Alimentos ha registrado un descenso de usuarios de en torno al 20 por ciento desde 2020, algo que Sopeña achaca a que "la situación económica influye mucho y durante los años de la pandemia hubo que pasar un trago muy difícil. Al estabilizarse la economía a partir del segundo semestre de 2021, hemos ido reduciendo usuarios". Aunque el responsable de la entidad también introduce otro factor: el descenso de población. "De la gente que se va, muchos eran usuarios del Banco de Alimentos, lo que hace que las cifras desciendan".

La gran recogida

En lo referente a la gran recogida de alimentos que organiza el Banco a finales de año, el saldo final fue de más de 253.000 kilos de comida recogida, un incremento del 136% respecto a 2021, cuando se obtuvieron 107.000 kilos, si bien es relevante que en ese ejercicio solamente se recaudó dinero, mientras que en 2022, la recogida fue mixta, y también se recogieron donaciones. En total, casi un millar de voluntarios participaron en la campaña, logrando más de un cuarto de millón de euros en donaciones, y unos 140.000 kilogramos en alimentos. "Estamos satisfechos, y aunque preveíamos llegar a las 300.000 toneladas, la realidad es que la situación económica, con la subida de los precios tanto de los alimentos como de la energía, ha repercutido directamente en las donaciones", apuntó Sopeña.

Con la gran recogida colaboraron 96 empresas, casi 400 supermercados y casi mil voluntarios.

Suscríbete para seguir leyendo