El hombre acusado de traficar con cocaína y herir a un agente que le dio el alto cuando huía en 2020 en Mieres, ha asegurado que reconoció su autoría "bajo presión policial" y, aunque ha negado los hechos, ha consignado 10.935 euros para indemnizar a la víctima. Esto ha supuesto que la Fiscalía redujese la petición de cárcel de 11 años y medio a 8 años y ocho meses, al aplicar el atenuante de reparación del daño.
En su declaración, el acusado ha explicado que llegó a admitir los hechos porque los agentes le "presionaron" en comisaría cuando le dijeron que sólo tenía que ir a recoger su coche y "le dejarían marchar". Según la versión del acusado, el día de los hechos no estuvo en Mieres, sino en El Berrón. Para afianzar su versión, ha aportado la factura de un taxista. Pese a todo, la Fiscalía ha mantenido que ese día el acusado circulaba con un vehículo en las inmediaciones de la calle Gijón, en Mieres, y al percatarse de la presencia policial huyó a gran velocidad.
A preguntas de su abogada defensora, Alba Álvarez, el procesado ha manifestado que los agentes hallaron en el vehículo su documentación y le citaron para que fuera a comisaría "a recoger el coche y se podía marchar" y ha ratificado que habló con los agentes sin estar en presencia de letrado y que éstos "le presionaron".
También testificó el agente que resultó herido en el suceso, reconociendo al acusado como la persona que le golpeó con la puerta del coche. El agente señaló que lo pudo identificar porque, durante la intervención policial, al acercarse a él para darle el alto le miró "fijamente" y le vio "perfectamente la cara".
En la vista oral también han declarado cinco agentes que han ratificado que estaban vigilando una zona conflictiva por ser un lugar habitual de tráfico de drogas cuando llegó el acusado, se bajó del coche y, tras sorprenderle en un intercambio, se acercaron a él cuando entraba de nuevo en el vehículo, momento en el que golpeó con la puerta a su compañero y escapó. Los agentes que le persiguieron en el coche señalaron que vieron cómo el acusado lanzaba una bolsa por la ventanilla. Además, negaron haber presionado al acusado, y explicaron que, al hallar la documentación en el vehículo, le llamaron para que fuera a recogerlo y que el acusado "espontáneamente" reconoció que era el conductor, "sin presión alguna".
