El Antroxu adelanta la llegada del AVE a Lena

Cientos de personas participan en un colorido desfile en La Pola, en el que es uno de los últimos carnavales que se celebran en Asturias

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Es uno de los últimos carnavales de Asturias y no defraudó. Cientos de lenenses y de quienes quisieron acompañarles participaron del Antroxu de la capital del concejo, en un animado desfile que arrancaba pasadas las seis y media de la tarde, y en el que hubo una alta participación. Y en el que por fin se vio lo que se lleva esperando más de 20 años: el AVE. Desde los obreros que lo construyeron, a quienes lo conducirán, atenderán, y a los viajeros y turistas que atraerá. A veces la ficción supera la realidad.

Las calles del centro de La Pola estaban repletas, ya que los que no se animaban a concursar, pues veían pasar a los grupos a pie de acera, desde donde disfrutaban de la creatividad de los disfrazados. Los superhéroes nunca pasan de moda, y entre los más pequeños eran de los disfraces más vistos: Spiderman, el Capitán América o Batman estuvieron muy presentes en Lena. También el personaje de "Miércoles" de la Familia Addams, cuya serie de Netflix ha hecho que suba su popularidad y que hayan sido muchas las que optaran por este disfraz. Familias de payasos, de indios y de vaqueros, de osos o de mimos. Cualquier cosa era buena para integrarse con la fiesta del color y la imaginación.

El desfile lo abrió un safari con unas simpáticas jirafas que se acercaban sin dudarlo a saludar al público. Detrás, llegaba el AVE. Obreros, maquinistas, algún ejecutivo con maletín, azafatas y azafatos, escoltaban al tren, tras el que también desfilaban turistas: desde esquiadores a ciclistas. Al final, un gran pato, con un cartel contundente: «El AVE soy yo». Que no falte el humor.

Los juegos de mesa también formaron parte del desfile, con disfraces de parchís, oca, ¿Quién es quién? o hasta el famoso "tozudo", un trabajo de los colegios rurales del concejo. También los centros educativos de la propia Pola de Lena participaron, como el Sagrada Familia-El Pilar, que vistió a alumnos y profesores de distintas culturas del mundo: méxico, españa, la cultura británica, los pueblos africanos... Una muestra global de cómo se viste en el planeta.

Andalucía también recorrió La Pola, en este caso gracias a la comunidad del colegio Vital Aza, con hasta un tablao flamenco. Los años 60, un cementerio, o una carroza en homenaje a la sidra y a Rodrigo Cuevas, fueron otros de los grupos que participaron.

Pero el desfile también aglutinó a personas que disfrazaron en pareja o solas. Fue el caso de una domadora de dragones, con su animal domesticado con una cadena. O de un juego de la oca, con la madre tirando de su pequeño. Y uno que no dejó indiferente a nadie: la vieja del visillo, que claro está, no se perdió detalle del desfile.

Los lenenses pudieron disfrutar de un Antroxu lleno de creatividad, color y música, con la que cada carroza iba poniendo, además de las charangas que también animaban con sus ritmos y bailes. Luego llegaría la noche, donde la fiesta iba a continuar por los bares de La Pola. Ahí ya sin desfile. Quizás alguno necesitara el AVE para volver a casa.

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