El grupo "Muyeres" celebra sus 30 años con un concierto en Langreo

El colectivo de música tradicional llega al teatro de la Felguera con su espectáculo "Humanes"

De izquierda a derecha, María José Fernández, Marta Elola, Lucía Fernández y Sonia Pérez en Sama. | D. O.

De izquierda a derecha, María José Fernández, Marta Elola, Lucía Fernández y Sonia Pérez en Sama. | D. O. / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

Langreo

Cuando en 1993 Lisardo Lombaría, al frente de la imprescindible Sociedad Fonográfica Asturiana, pensó en reunir a mujeres de seis grupos de investigación etnográfica para grabar un disco en el que registrar todos los toques de pandereta de Asturias, no pensó que después de 30 habrían pasado por aquel colectivo más de 200 mujeres que grabaron otras tantas composiciones. Han sido tres décadas de recuperación de música tradicional, de música y de letras, con especial protagonismo de la pandereta. "De aquella en Asturias apenas se conocía mientras en Galicia había un boom", recuerda Marta Elola, que lleva 26 años en la formación y es actual directora musical de "Muyeres". De hecho, a ella le costó conseguir una pandereta. "La compré en Llanes, en El Siglo, pero ni siquiera era asturiana, era valenciana".

Todo empezó con filosofía didáctica. Se pretendía dar a conocer la pandereta, siempre en manos de mujer, y se apostó también por la indumentaria tradicional. Querían mostrar que el traje de asturiana no era sólo el de la Sección Femenina, el rojo con mandil blanco. Eso fueron los primeros años y los primeros discos pero pasado un tiempo, explica Marta Elola, "el grupo ve que necesita buscar otros modos de expresión tradicional". Ahí llega el proyecto "Inda Suenen", una revolución para "Muyeres". Ya habían dando un paso al frente, habían dejado de ser, en cierto modo, "comparsa", de los grupos de baile, cuando los protagonistas siempre eran otros. Llegaron los espectáculos, "los conciertos teatralizados", como los define María José Fernández.

Seguían con la música tradicional, recuperando material de antiguas grabaciones cantares de transmisión oral. Su importancia ha sido tal que muchos grupos repiten lo que ellas hicieron. Si una paisana en un pueblo cantaba 30 estrofas en una canción, para el disco había que grabar solo cuatro. Ellas, "Muyeres", eran las que elegían que se registraba en el disco "y aún hoy se siguen cantando esas cuatro estrofas que nosotros elegíamos, pero hay muchas más", dice Elola.

Ahora "Muyeres" están inmersas en otro cambio. Se podrá ver este domingo (20.00 horas) en el Teatro de La Felguera. Las entradas están agotadas para ver y escuchar "Humanes", el primer trabajo en 30 años con composiciones propias. Ya no son letras que cantaban las mujeres en las aldeas. Eso no quiere decir que deje de ser tradicional. Lo puntualiza María José Fernández, que explica que "el concepto, las melodías, el ritmo, los instrumentos y todo es tradicional". No las letras, que narran "historias reales o ficticias de mujeres", historias que muestran "que todos somos profundamente héroes y profundamente villanos, que todos metemos la pata y pasamos la vida tratando salir de esas meteduras de pata", intenta definir Elola. Lo mejor es escucharlo en directo, porque además no se trata solo de escuchar canciones sino de vivirlas. Si un logro de "Muyeres" en sus 30 años de historia es haber logrado "que les muyeres puedan estar encima de un escenario defendiendo algo que muchos consideraban, y lo siguen haciendo, música inferior" (Elola dixit), el logro de las 23 mujeres que se suben al escenario en "Humanes" es no sólo cantar y tocar sino representar, algo muy complicado para personas que no tienen mucho que ver con el teatro. Eso se debe a Borja Roces, director de escena del espectáculo que ha milimetrado cada movimiento, lo que no es nada fácil con tantas personas en escena. Ya no se trata de transmitir solo con la música, con las canciones, sino que hay que hacerlo con los movimientos, los gestos, las miradas, las entradas y las salidas de las tablas.

Cada canción narra la historia de una mujer. Como el romance basado en hechos reales y escrito por Pablo Texón que cuenta como Felisa, viuda de la Guerra Civil, asestó cinco puñaladas en plena misa al cura don Bernardo por delatar a su esposo. Nadie en aquella iglesia vio nada cuando fueron preguntados. Son historia de Asturias, de asturianas, de "muyeres".

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