La tecnología asciende el Angliru para captar turistas: será un puerto "inteligente", monitorizado informáticamente

El Principado desarrolla un plan piloto de dinamización rural que permitirá a los cicloturistas certificar y medir los tiempos de ascensión y a los ganaderos controlar a sus animales

La presentación del proyecto sobre el Angliru, en Riosa.

La presentación del proyecto sobre el Angliru, en Riosa. / D. M.

Los cicloturistas que asuman el reto de enfrentarse al popular Angliru podrán monitorizar la dura ascensión al puerto y obtener un certificado oficial de su logro deportivo. Se trata de unos de los contenidos del plan piloto de internet de las cosas que el Principado activará en breve en Riosa. El consejero de Ciencia, Borja Iglesias, apunta que se trata de una iniciativa "pionera" en el ámbito nacional y que, entre otros objetivos, pretende lograr atraer turistas.

Borja Iglesias y la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, han presentado los contenidos básicos de este proyecto de innovación digital. El consejero explicó que este ambicioso proyecto piloto busca testar las amplias posibilidades de explotación que ofrece el sistema Lora (Long Range, largo alcance). A grandes rasgos, se trata de crear una especie de red wifi con un radio de cobertura de 20 kilómetros. En este espectro es posible la monitorización con sensores de numerosas actividades.

"El fin último es que el proyecto sirva de revulsivo para la zona rural y como elemento de atracción para visitantes, contribuyendo a un turismo sostenible, con la naturaleza y el deporte como aliados", destaca Borja Iglesias.

Además de ofrecer a los cicloturistas una herramienta tecnológica para revalorizar el reto de subir al Angliru, el proyecto permite también monitorizar al ganado a través de los citados sensores. Del mismo modo se mejorará la seguridad del senderismo facilitando a los visitantes un "botón de auxilio", que podrán activar en caso de surgir algún tipo de improviso grave en las rutas. Otra posibilidad será poder controlar los niveles de los depósitos de agua de montaña, sin necesidad de que el personal municipal se tenga que desplazarse a estos puntos para evaluar periódicamente el nivel del agua.

Pero la actividad estrella está vinculada al ciclismo. De hecho, el exclicista mierense Ricardo Valdés es quien apadrina la iniciativa tecnológica del Principado. El objetivo es medir y compartir los tiempos de subida hasta el alto de montaña, tanto de las personas aficionadas al ciclismo que deseen realizar el reto como de los participantes en carreras. Quienes deseen formar parte de la "Comunidad Angliru" podrán inscribirse en el albergue Hotel del Mirador, donde recogerán un dispositivo que se conectará con los sensores instalados a lo largo de la ruta e irá midiendo tiempos. También se podrá facilitar un certificado con el tiempo de subida.

"Este proyecto es totalmente innovador a nivel nacional y estamos seguros de que tendrá una gran repercusión en el turismo", destaca la alcaldesa de Riosa.

En el desarrollo del plan "Angliru 2.0" colabora de forma directa la Cátedra Thin5G, impulsada por la Consejería de Ciencia en colaboración con la Universidad de Oviedo, que asesorará en la parte técnica del programa, tanto en la instalación de sensores como en los emisores y receptores.

El Angliru es actualmente un referente mundial de llegadas ciclistas en alto de extrema dureza. Desde la primera vez que se subió dentro del recorrido de la Vuelta a España, en 1999, muchas pruebas internacionales buscan su "Angliru" con el que asombrar al mundo. "El valor del Angliru da una dimensión internacional a este plan piloto", destaca el Consejero de Ciencia.

Chava Jiménez

El malogrado Chava Jiménez fue el primer ciclista en cruzar victorioso la cima del Angliru. Lo hizo en 1999 tras superar a todos sus rivales en una etapa dantesca. Ala dificultad propia que conlleva superar las empinadas rampas del puerto, con desniveles del 23,5 por ciento, se sumó aquel año una condiciones meteorológica totalmente adversas. Desde ese momento la fama del gigante del Aramo no ha dejado de crecer. Se ha convertido en un reto para los cicloturistas, que como recuerda la alcaldesa acuden desde toda España, "incluso desde diferente puntos de Europa", para enfrentar al que denominan coloquialmente como "el infierno" asturiano.

Suscríbete para seguir leyendo