El escándalo de los cementerios de Langreo: la Audiencia ratifica la condena a un empleado municipal que acosaba a una compañera y le decía que "las mujeres son todas unas putas"

El tribunal considera probado el trato vejatorio y mantiene los nueve meses de prisión y la indemnización de 3.000 euros

El cementerio de Pando, en Langreo, donde ocurrieron algunos de los hechos. | F. Rodríguez

El cementerio de Pando, en Langreo, donde ocurrieron algunos de los hechos. | F. Rodríguez / E. P. / L. M. D.

E. P. / L. M. D.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo ha desestimado el recurso de apelación presentado por un trabajador municipal de Langreo, que habitualmente realizaba sus labores en el servicio de cementerios, y que buscaba invalidar la sentencia previa del Juzgado de lo Penal número 1 de Langreo. En ella, este trabajador del Ayuntamiento era condenado a 9 meses de prisión por acosar laboralmente a una compañera, a la que además debe pagar una indemnización por daños morales de 3.000 euros.

En el recurso presentado ante la Audiencia Provincial, el empleado del servicio de cementerios pedía la revisión de la sentencia al considerar que no se habían tenido en cuenta algunas de las pruebas presentadas a su favor. La Audiencia rechaza esta reclamación y subraya que "el Juzgador de Instancia razona suficientemente los motivos" que le llevan a imponer la pena de 9 meses de cárcel y 3.000 euros de indemnización. El caso de este recurso, además, es condenado a pagar las costas judiciales.

El acusado desempeñaba las tareas de encargado de hecho del servicio de cementerios del Ayuntamiento de Langreo, al que se incorporó la víctima en junio de 2018. Era la única mujer en el departamento. Tanto en el primer juicio como en la revisión realizada por la Audiencia, los magistrados consideran probado que el condenado llegó a decirle a la víctima en varias ocasiones "que no querían mujeres allí" y para que desistiera en el destino, "la menospreciaba diciéndole" que "las mujeres son todas unas putas, solo valen para follar y fregar". No solo eso, queda probado que delante de varios testigos aseguraba que ella "no valía para el trabajo", que "le quitaba el trabajo a un padre de familia" y que "era una puta". Denunciados los hechos, la víctima llegó a tener "escolta policial" para poder cerrar los cementerios, ya que al acusado le habían abierto un expediente en el Ayuntamiento, lo que supuso su traslado del servicio (el suyo y el de otros compañeros).

Todo un escándalo que el por entonces alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, hizo público. Entre los "actos vejatorios" probados figura que el acusado dejó a su compañera en el fondo de un panteón en el cementerio de Pando, a unos tres metros de profundidad y tras retirarle la escalera impidiendo su salida y teniendo que esperar 20 minutos. Los informes médicos corroboran que la mujer sufrió un trastorno ansioso-depresivo, precisando de terapia psicológica y ansiolíticos.

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