El plan de reforma de El Puente, el barrio langreano más afectado por el soterramiento, "lleva un año parado", denuncian los vecinos

Los nuevos integrantes del gobierno local de Langreo y del Principado ya tienen deberes pendientes. La Plataforma en Defensa del Soterramiento de Langreo se ha sumado a las quejas que habían expresado días antes los vecinos de El Puente y pide poner fin a la "paralización" del PERI (Plan Especial de Reforma Interior) del barrio de La Felguera, uno de los más damnificados por las obras para eliminar el corsé férreo de la antigua Feve en Langreo.

La Plataforma denuncia que la tramitación del PERI "lleva parada un año" en el Ayuntamiento. La explicación que se dio por parte del gobierno local es que la entrada en vigor de una normativa de ámbito nacional obligó a revisar ese proceso administrativo. Sin embargo, desde la oposición asegura que "lo último que se supo" es que se debían ampliar el procedimiento para la gestión de los terrenos para que no solo fuera por compensación, sino también por expropiación.

"Lo que pedimos es que se ponga de una vez en marcha porque la situación del barrio es cada vez peor y así lo vamos a seguir demandando", indicó David García, portavoz de la plataforma por el soterramiento de Langreo. "Lo cierto es que desde la dimisión del concejal de Urbanismo (y segundo teniente de alcalde, Javier Álvarez Alonso) el pasado mes de julio está todo parado".

La Plataforma se suma así a las quejas de los vecinos del barrio de El Puente, que sopesan movilizarse si el próximo gobierno municipal "no nos da soluciones a los problemas que venimos planteando desde hace años". "El paso de camiones de obra ha dejado la calle principal intransitable, llena de socavones, y no tenemos acera, con el riesgo para la seguridad que eso supone. Tampoco tenemos noticias de cómo va la puesta en marcha del PERI (Plan Especial de Reforma Interior) del barrio. Nadie nos hace caso y estamos hartos", indicó hace una semana Julio Fueyo, presidente de la asociación de vecinos de El Puente.

El borrador del PERI recoge que se evitarán en la zona "grandes transformaciones de carácter integral, de difícil materialización". Aboga por "pequeñas operaciones de microcirugía" y por impedir la edificación en aquellos espacios que por su pendiente o por problemas en la accesibilidad no se consideren idóneos para construir. En la zona baja, la más próxima al futuro bulevar, plantea la construcción de "un frente más urbano". El uso predominante en las calles Pepita Fernández Duro, Puente y José Álvarez Valdés será el de vivienda colectiva, mientras la ladera se reserva para casa unifamiliares.

El proyecto plantea además un rediseño de las calles, con la creación de áreas de esparcimiento, de diferentes tipos, desde grandes espacios polifuncionales a pequeñas plazas. Los nuevos espacios libres completarán "la gran infraestructura verde a construir en los terrenos liberados por el soterramiento".

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