El sospechoso de matar vacas a tiros en Lena rechaza declarar y lo hará en sede judicial

La familia propietaria de los animales acribillados presenta una denuncia tras sumar 30.000 euros en pérdidas: "Es un loco con pistola"

Los integrantes de la familia lenense cuyos animales están siendo aniquilados. | D. M.

Los integrantes de la familia lenense cuyos animales están siendo aniquilados. | D. M. / David Montañés

El número de reses muertas tras ser tiroteadas en Parana (Lena) asciende finalmente a siete una vez se confirmó ayer el sacrificio de otra de las vacas, animal que inicialmente apareció malherido. La familia propietaria del ganado presentó ayer mismo en el cuartel de la Guardia Civil de Lena una denuncia acusando de los hechos a un allegado que, sostienen, les lleva haciendo la vida imposible unos cuatro años. Adjuntaron el informe veterinario que confirma que el ataque se realizó con un arma de fuego. Un simple formalismo, ya que como pruebas, además de las fotografías de las reses acribilladas, se ha presentado la metralla extraída de los cuerpos bajo la supervisión del Seprona (Guardia Civil).

Los propietarios del rebaño lo tienen claro y ayer reafirmaron su demanda de protección ante las autoridades: "Es un loco con pistola", subrayan sin ocultar el temor a que las brutales fechorías contra los animales de granja acaben extendiéndose a las personas. "Así no se puede vivir. Esto es inhumano". El sospechoso tiene en estos momentos la condición de investigado. De momento se ha negado a declarar ante la Guardia Civil. Será citado para tomarle declaración por el Juzgado de Lena. De poder demostrarse los cargos, se enfrentaría a graves consecuencias legales. El actual Código Penal contempla penas de hasta 18 meses de cárcel por causar la muerte de un animal. En este caso, entre gallinas, perros, yeguas y vacas, el balance de pérdidas ronda la veintena. Además, han aparecido incendiadas dos cabañas propiedad de esta familia.

Ya presentada la denuncia ante la Guardia Civil, esta familia lenense deberá regresar hoy a Pola de Lena. La cita será en esta ocasión en el Juzgado. Están llamados a declarar por otros de los ataques sufridos estos últimos años. En este caso fue una yegua la que sufrió disparos en la cabeza. Y es que el macabro ataque a las vacas es solo el último de una larga lista de hechos violentos que se han saldado con gallinas decapitadas, yeguas envenenadas y perros desaparecidos. Así, durante cuatro años.

Muchos más que una riña de pueblo

Este grupo familiar ha sobrellevado con resignación la sucesión de brutales ataques contra sus animales, pero ya no aguanta más. Cansados de interponer denuncias, el último incidente los ha sobrepasado. No tienen duda de que al autor de las fechorías es un allegado muy cercano con el que hasta hace poco tiempo mantenían una estrecha relación afectiva y que, aseguran, sin mediar causa se ha enemistado con ellos. "Esto ya no es una riña de pueblo. Ha superado todos los límites".

El matrimonio formado por Gregorio García y Mariluz González es el más afectado por los continuos atentados contra los animales que crían en Parana, una pequeña y acogedora aldea situada en las primeras estribaciones del puerto Pajares. "Las pérdidas superan los 30.000 euros", apuntan intentando traducir en balance monetario el daño sufrido. Ahora bien, otros integrantes de la familia dejan claro que en ningún caso lo económico es lo que más les duele: "Vivimos en una tensión constante y cada vez que suena el teléfono piensas que algo malo ha sucedido. Mi marido en un apasionado de las vacas, pero al final tendremos que venderlas todas", señala una de las mujeres del entorno familiar. El ganadero citado, tras el enorme impacto por la sucedido el fin de semana, tuvo ayer que regresar a los montes de Parana con el alma en vilo: "Nos comentaron que faltaban otras dos vacas y pensamos que también las había matado, aunque finalmente las encontramos con vida", explican tras un nuevo sobresalto.

Lo que empezó con molestias menores, como dejar portillas abiertas para que los animales se escapasen, ha terminado con un rebaño acribillado a disparos. "Las tres reses que sobrevivieron seguramente lograron escapar antes de que también las matara", señalan los propietarios. La familia ya teme incluso por sus vidas. "El sábado, tras matar a las vacas, ya estaba en el pueblo bien temprano intentando provocarnos", aseguran. La Guardia Civil intentó sin éxito tomar declaración al sospechoso. Esta persona ha sido investigada en varias ocasiones también por presuntos actos de furtivismo.

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