La Policía de Oviedo aprende en las curvas de Langreo: "Cuando estás en una emergencia hay que activar todos los sentidos"

Agentes de la capital mejoran sus destrezas con las motos en un curso para afrontar situaciones como la persecución de delincuentes

En primer término, el concejal ovetense José Ramón Prado en una moto de la Policía Local, junto a los agentes que participaron en el curso. | D. O.

En primer término, el concejal ovetense José Ramón Prado en una moto de la Policía Local, junto a los agentes que participaron en el curso. | D. O. / David Orihuela

David Orihuela

David Orihuela

Circular en moto por una ciudad como Oviedo, con su tráfico, sus rotondas y sus cuestas, es, cuando menos, complicado, y la situación se complica más si el piloto es un policía local que tiene que acudir a una emergencia. Hay que tener mil ojos y una conducción instintiva, no da tiempo a pensar.

Para afrontar situaciones así, seis agentes de la Policía Local de Oviedo que se incorporaron al cuerpo hace poco más de un año y otro más veterano realizan estos días un curso de habilidades de conducción, destreza en el manejo de motocicletas y prevención de situaciones de riesgo. La actividad se desarrolló en el Centro Integral para la Seguridad Vial (Cisvial), en la carretera de Santo Emiliano, en Langreo.

Jorge Jiménez Martos, el agente que más tiempo lleva en la división de Tráfico de Oviedo entre los participantes en las clases, considera "imprescindible" un curso como el realizado esta semana para "quitar algunos vicios de conducción que todos tenemos, y para aprender cosas nuevas o recordar otras que se pueden haber olvidado". Jiménez conduce su moto por Oviedo y tiene claro que "lo más peligroso es el tráfico, porque vas muy cerca de los coches; cuando estás en una emergencia hay que activar todos los sentidos". Los agentes de Tráfico "tenemos que ser conscientes de que los conductores o los peatones puede que no te vean o no te escuchen, por lo que hay que ir con una prudencia infinita".

Dos de los agentes durante uno de los ejercicios. | D. O.

Dos de los agentes durante uno de los ejercicios. | D. O. / David Orihuela

En el curso se les ha enseñado conducción defensiva, evasiva y ofensiva. El primer tipo, explica el monitor Alfredo Cachero, se centra en técnicas "que se necesitan en el día a día en la circulación por ciudad, en la que los coches, los peatones y hasta los animales pueden resultar un peligro". Con la conducción evasiva "se trata de poder distraer a alguien que esté persiguiendo al agente". Por último, la conducción ofensiva, tal vez la más complicada, es la que se utiliza "en caso de tener que interceptar un vehículo de un delincuente".

Los policías realizaron varios ejercicios. Jiménez recordó "la importancia de los pies en la conducción, de la postura". También remarcó "que no hay que tener miedo a bloquear los frenos, siempre el de atrás, porque sin bloqueas el delantero, la caída está asegurada".

Entre las pruebas, la que más sorprendió a José Ramón Prado, concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, fue la que obligaba a los pilotos a circular sentados de lado en la moto, incluso sin manos. Prado, conductor experto de motocicleta, bromeó diciendo que se iba a apuntar a uno de los cursos para mejorar su pericia.

El concejal apuntó que el objetivo de la formación "tener una Policía Local del año 2023 de verdad". "Aprenden cosas que les ayudan a salir de situaciones embarazosas, y eso redunda en la seguridad de todos, en la de los propios agentes y también en la de los ciudadanos".

El centro langreano es un referente en este tipo de formación. Al Cisvial acuden policías y guardias civiles de toda España, entre ellos que los participan en la Vuelta Ciclista a España, como recordó el concejal ovetense.

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