Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

En Riosa la historia es una mina

Un centenar de personas descubren el antiguo yacimiento prehistórico de Texeo, explotado hasta 1960 para extraer cobre, en una visita guiada por el cronista José Luis Cabo

Los paseantes, antes de iniciar la ruta a las minas de Texeo, en Llamo. | Fernando Delgado

Los paseantes, antes de iniciar la ruta a las minas de Texeo, en Llamo. | Fernando Delgado / Fernando Delgado

Fernando Delgado

Fernando Delgado

Texeo (Riosa)

Un centenar de excursionistas participó en la ruta cultural guiada a las minas prehistóricas de Texeo, en Riosa, organizada por la asociación cultural "Amigos del Monsacro" dentro del programa "Conoce tu concejo, conoce tu comarca".

José Luis Cabo, cronista oficial de Riosa, ejerció como excepcional guía para dar a conocer la historia del poblado de Rioseco y de las minas prehistóricas de cobre de Texeo, ubicadas en la vertiente suroriental de la sierra del Aramo y datadas hace 4.500 años, siendo consideradas las más antiguas de Europa.

La ruta se inició en la localidad riosana de Llamo, donde finaliza la carretera, y los senderistas fueron caminando hasta el poblado minero de Rioseco, construido entre 1892 y 1894 a 640 metros de altitud, que ya contaba en aquella fecha con una comunicación telefónica con Ablaña, en Mieres, donde residía el ingeniero Alejandro Van Straalen, director de la explotación minera. En 1904 se construyó el acceso por carretera desde el alto de El Cordal vía Pola de Lena.

Llegada a las minas de Texeo: el mirador y la chimenea. | Álvaro Ordóñez

Llegada a las minas de Texeo: el mirador y la chimenea. | Álvaro Ordóñez / Fernando Delgado

En Rioseco, los excursionistas pudieron conocer la antigua casa del ingeniero denominada "La Casona" y apartada de las viviendas donde residían los obreros. También visitaron el edificio de servicios comunes donde estaban instaladas las oficinas, la cantina y el economato, junto a otros tres edificios destinados a viviendas de los trabajadores, que fueron restaurados en 2011. Cercano a las viviendas, también conocieron el túnel y el canal de la captación de agua potable para el poblado. La última etapa de la explotación de este yacimiento en época moderna tuvo lugar entre 1947 y 1960 a cargo de la empresa Metalsa.

José Luis Cabo les guió también por la parte superior del pueblo donde se ubican la planta de tratamiento del mineral de cobre y varias instalaciones de producción como la chimenea de fundición, que preside majestuosa todo el entorno, el lavadero y el laboratorio. El mineral llegaba en cazoletas de hierro que eran transportadas mediante cables aéreos desde los pisos superiores donde se explotaban los yacimientos.

"Cabe reseñar que la mano de obra empleada en las cintas de transporte del mineral y en los lavaderos era principalmente femenina y hay constancia que en la década de 1950 llegaron a trabajar más de 30 mujeres riosanas", afirmó José Luis Cabo.

A continuación, subieron a la cota de 700 metros donde se encuentra el transversal de la casa Candanal del que se han restaurado 150 metros. Y finalmente, iniciaron el ascenso a las 52 revueltas, que mencionaba el ingeniero Alfonso Dory en 1893 en la Revista Minera y Metalúrgica, que les llevaron hasta los yacimientos de El Socavón a 1.165 metros de altitud, ubicado en la Campa les Mines, y el Arrebolléu a 1.175 metros.

El Socavón de la Campa les Mines en el antiguo yacimiento de cobre ubicado a 1.165 metros de altitud. | Álvaro Ordóñez

El Socavón de la Campa les Mines en el antiguo yacimiento de cobre ubicado a 1.165 metros de altitud. | Álvaro Ordóñez / Fernando Delgado

En el Socavón, situado en piso cuarto, era el lugar donde trabajaban los mineros prehistóricos que utilizaban como herramientas martillos de asta de ciervo y mazas mientras se iluminaban con teas de texu adheridas con arcilla a las paredes.

Cabe reseñar que, recientemente, se invirtieron más de un millón de euros, procedentes de fondos mineros, para descontaminar esta emblemática explotación de cobre considerada la más antigua de Europa y de gran potencial turístico para la comarca.

Miguel Ángel de Blas Cortina, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, y Manuel Suárez Fernández, ingeniero de minas, presentaron en febrero un interesante libro editado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) sobre "Las explotaciones de cobre en la Sierra el Aramo, en Riosa, desde el 2.500 al 1.400 año antes de Cristo". Sin duda, un gran manual para conocer mejor la historia de este interesante yacimiento minero al que José Luis Cabo, cronista oficial de Riosa, dio vida con sus eruditas explicaciones al centenar de senderistas que participaron en la ruta cultural guiada organizada por Amigos del Monsacro dentro del programa "Conoce tu concejo, conoce tu comarca".

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents