El mapa forestal allerano: El Ayuntamiento encarga un inventario de los bosques para promover economía sostenible

El Ayuntamiento invertirá 600.000 euros de los fondos de Transición para estudiar proyectos que involucren a particulares e iniciativa privada

El punto limpio de Oyanco, en Aller, donde se instalaría el centro de biomasa. | LNE

El punto limpio de Oyanco, en Aller, donde se instalaría el centro de biomasa. | LNE

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Cabañaquinta

Aller quiere sacar partido a su sector forestal, y hacer de él uno de los pilares de su economía y su política, como ya son la ganadería, la industria y el turismo. Y es que en un concejo donde según apunta el alcalde en funciones, Roberto Fernández, el 99% del mismo es terreno forestal, hay muchas posibilidades de desarrollar nuevas actividades. El Ayuntamiento de Aller ha dado ya el primer paso pidiendo una ayuda de 600.000 euros a los fondos de Transición Justa para elaborar un mapeo de todo su territorio y explorar las posibilidades de cada masa arbórea, y luego para involucrar a vecinos, y empresas a la hora de desarrollar una economía en torno a este sector.

El primer paso del proyecto se dividiría en dos partes: por un lado, contratar a una ingeniería forestal para que haga un inventario de los montes alleranos, y por el otro que la propia empresa y también la Universidad de Oviedo, a través del grado de Forestales que se imparte en el campus de Barredo, "realicen sendos estudios y nos digan que tipo de madera tenemos y cuál sería la mejor fórmula de aprovechamiento".

De partida, el Ayuntamiento de Aller piensa en dos líneas para generar economía, tanto para el propio consistorio, como para los particulares interesados. Por un lado estaría la biomasa: "todo aquello que proceda del mantenimiento forestal, como es la madera que llega de las podas, la tala selectiva, los desbroces o de árboles caídos, se dedicaría a la biomasa". De hecho, en la subvención solicitada por el Ayuntamiento, se incluye una partida para la compra de biotrituradoras, de forma que los particulares puedan llevar ya su madera lista al aserradero que está proyectado en Oyanco. Esa madera, que luego gestionaría el propio consistorio, ya le repercutiría favorablemente a nivel ecómico al propietario, porque se le pagaría por ella.

Por otra parte, y en la misma línea, también se formaría una especie de sumidero de emisiones de CO2. ¿Qué quiere decir?. Pues que se venderían los derechos de emisiones que estas plantaciones de árboles generen, logrando también un rédito.

Explica Fernández que "lo que queremos saber es como podemos beneficarnos de la cantidad de terreno forestal que tenemos", apuntó, para agregar que Aller tiene unas 33.000 hectáreas de masa forestal. "Lo primero es determinar exactamente lo que tenemos, y como lo tenemos, y después cual es la mejor forma de aprovecharlo", afirmó.

El proyecto para el que se ha solicitado financiación aún tiene una fase más, la de divulgación, información y captación. "Lo que haremos serán reuniones informativas contactando con vecinos, propietarios e incluso empresas, para trasladarles las posiblidades que existen en torno al sector forestal, y tratar de hacer músculo entre todos para desarrollar fuertemente este potencial", finalizó Roberto Fernández.

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