El plan del Principado para controlar y estudiar los aludes en el puerto San Isidro como medida previa a la mejora del sistema de viseras antialudes ha desencadenado una avalancha de reproches lanzados desde el PP. Durante una visita al puerto allerano, El secretario general del Partido Popular de Asturias, Álvaro Queipo, calificó de "tomadura de pelo" que el Gobierno autonómico anuncie ahora la contratación de un estudio informativo sobre las posibles alternativas para mejorar la seguridad en la carretera del puerto de San Isidro. Reclamó medidas concretas, tras apuntar que los estudios "llegan con 20 años de retraso".
Álvaro Queipo se desplazó hasta la carretera de San Isidro, al mirador de Zuvillaga, junto a la portavoz del PP en el concejo de Aller, Nieves Díaz, y al presidente local del partido, Juan Sutil. Denunció que al menos hasta 2026 la carretera no contará con nuevas protecciones, "ya que el estudio informativo tiene un plazo de elaboración de ocho meses y luego habrá que realizar el proyecto de la obra y, finalmente, los trabajos de construcción".
El secretario general del PP asturiano recordó que ya en 2020 un estudio de la Universidad de Oviedo señalaba varias zonas conflictivas en la carretera, con siete puntos de altísimo riesgo por desprendimientos y aludes. "Un año después fallecieron dos operarios que trabajaban para despejar la vía", lamenta el dirigente popular. "No entendemos que después de un informe en 2020, después de un accidente trágico y después de que en 2022 se anunciara que se iban a tomar medidas, aún tengamos que esperar como mínimo hasta 2026".
Álvaro Queipo se mostró muy crítico en Aller: "Ya estamos cansados del humo permanente, de las soluciones vacías y de la lentitud del Gobierno de Barbón; porque está claro que no hay un compromiso concreto para una carretera que es conflictiva, que puede generar muchos problemas y que necesita una solución inmediata". El también portavoz de Infraestructuras del PP afirmó también que su partido, "con recursos infinitamente menores que el Ejecutivo", lleva años hablando con expertos que conocen el problema. También, con usuarios y vecinos: "Todos coinciden en que la solución más idónea sería la construcción de un puente que esquive la ladera para que los aludes pasen por debajo de la carretera".
