Las vías nuevas no cambian el día a día de Feve en el Nalón: retrasos, vándalos y botellones

Los usuarios de la línea Gijón-Laviana denuncian destrozos en las estaciones, inseguridad dentro de los trenes y falta de vigilancia

El convoy de la línea de tren Gijón-Laviana, a su paso por La Felguera. | D. O.

El convoy de la línea de tren Gijón-Laviana, a su paso por La Felguera. | D. O. / Luisma Díaz,

Luisma Díaz

Langreo

El tren Gijón-Laviana volvió a funcionar el pasado mes de mayo, tras ocho meses de parón por las obras de modernización del trazado. Las infraestructuras se han mejorado, pero no así el servicio y la seguridad, tanto en los trenes como en las estaciones. Usuarios habituales de esta antigua línea de Feve denuncian que se siguen produciendo retrasos, que hay cancelaciones de servicios y que la seguridad dentro de los convoyes y en las estaciones es deficiente. "Es una vergüenza, se sube gente fumando, gritando, bebiendo", denuncian los viajeros, que reclaman más personal para que la línea consiga asemejar su funcionamiento al otro tren de cercanías del valle, El Entrego-Oviedo de Renfe, que en su caso sí suele funcionar "de forma adecuada".

Aspecto de un extintor descargado en El Entrego.

La carga de un extintor, descargada en el suelo de la estación de El Entrego. / LNE

Las inversiones llegaron a las infraestructuras del tramo Gijón-Laviana, pero no así al personal. Los pasajeros denuncian que, por ejemplo, esta semana se produjeron actos vandálicos en la estación de El Entrego, que como las del resto de la línea, carece de vigilancia. "Esta semana, vaciaron dos veces los extintores de incendios y rompieron cristales en el edificio", expresan preocupados viajeros que usan habitualmente el servicio. Por su parte, en la estación de Pola de Laviana, fin de trayecto, "robaron el extintor".

A estas situaciones de los últimos días hay que añadir las constantes quejas de usuarios que denuncian que las estaciones de Feve se están convirtiendo en espacios para que se realicen botellones. El servicio propiamente dicho, además, es "muy mejorable", porque "nunca se sabe si va a llegar en hora o no". De esta forma, la línea, que llegó a tener más de 1,2 millones de viajeros, mantenía únicamente 400.000 en el año 2016, última ocasión en la que se facilitaron datos pormenorizados sobre el número de usuarios.

Los problemas de la línea vienen de lejos. Durante la ejecución de las obras, el colectivo "Asturias al tren" alertó de que las averías y los problemas no se terminarían. "Esta obra es cambiar unas vías que estaban estropeadas por otras nuevas. No supone ningún avance, y si no conseguimos atraer usuarios se van a acabar cargando la línea Laviana-Gijón", avisaron entonces los portavoces de la entidad, formada por viajeros de toda la región.

Estos días, en pleno debate sobre la peligrosidad del Corredor del Nalón y la necesidad o no de desdoblar la vía, expertos en seguridad vial abogaban también por potenciar el transporte público en la comarca. De momento, el servicio que presta la línea de la antigua Feve en el Nalón dista de igualar la eficacia de la línea de Renfe.

El conjunto de la renovación del tendido férreo entre Gijón y Laviana ha supuesto la inversión de 50 millones de euros y obligó a suspender durante meses los servicios de la línea en el Nalón.

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