Langreo Centro renuncia a lanzar voladores en sus fiestas para evitar el ruido y que "no sufran personas y animales"

Las fiestas del barrio tampoco habrá fuegos artificiales, sustituidos por el lanzamiento de farolillos biodegradables

Voladores listos para ser lanzados. | Luisma Murias

Voladores listos para ser lanzados. | Luisma Murias

David Orihuela

David Orihuela

Langreo

"Con el fin de perturbar lo menos posible y evitar el sufrimiento de personas y animales que lo pasan mal con el ruido de los voladores, no vamos a tirarlos durante la fiesta". Es el anuncio de la comisión de fiestas de este barrio del distrito de La Felguera que ha optado por salvaguardar el bienestar de las mascotas en lo que consideran "un pequeño paso para nosotros, pero un gran paso para la humanidad".

La eliminación de los voladores y los fuegos artificiales durante las fiestas es una reclamación histórica de los colectivos animalistas y de los dueños de mascotas. Son muchos los animales de compañía, especialmente los perros, que lo pasan realmente mal con el estruendo que produce el estallido de la pólvora. Son numerosos los casos de perros que huyen despavoridos por el ruido de un volador y pueden llegar a sufrir graves accidentes o, cuando menos, permanecer horas o días desaparecidos, para desesperación de sus propietarios.

Las personas mayores o con problemas cognitivos y los niños con síndrome de espectro autista también sufren con el ruido de los voladores y los fuegos artificiales, denuncian los defensores de esta medida..

En la mayoría de las fiestas populares se utilizan los voladores para marcar el inicio de las jornadas festivas. Normalmente las detonaciones tienen lugar durante la mañana y la tarde para señalar el comienzo de las principales actividades, bien sea la procesión, la misa o las celebraciones de la tarde. Una gran detonación señala que el lugar está en fiestas y atrae a los vecinos de otras zonas.

El último día de festejos es habitual el lanzamiento de fuegos artificiales. Este año en Langreo Centro, que celebra sus fiestas del 4 al 7 de octubre, no habrá ni voladores ni fuegos. El domingo 6 de octubre a las 21.30 horas se lanzarán farolillos biodegradables de distintos colores en vez de los fuegos de artificio.

La medida ha obtenido el aplauso de los vecinos, principalmente de aquellos a quienes más afecta el ruido, como los propietarios de mascotas. A juicio de los organizadores, es un modo de avanzar hacia unas fiestas más sostenibles aunque eso suponga eliminar una tradición muy arraigada en Asturias y en las Cuencas, donde las detonaciones son seña de identidad.

Langreo Centro no es la única zona de Asturias que ha optado por esta medida. A finales de junio, con motivo de la celebración de la tradicional foguera de San Juan en La Arena (Soto del Barco), la comisión de fiestas tomó la decisión de no tirar voladores, una medida fundamentada en "evitar las molestias que el ruido pueda causar a los niños, personas sensibles y a los animales".

Por ello, durante los cuatro días de fiestas en La Arena no se escucharon voladores, salvo los lanzados el día 23 antes de la medianoche. Los fuegos artificiales de ese día estuvieron organizados por el Ayuntamiento de Soto del Barco, por lo que, a pesar de la decisión de la comisión de vetar los voladores, no se logró totalmente el objetivo de que las fiestas del pueblo sotobarquense fuesen de "ruido cero".

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