Murales artísticos para ensalzar las tradiciones en Caso

Greta von Richthofen trabaja sobre el queso casín, del que se confiesa "enamorada", y María Peña Coto pinta un madreñero

Greta von Richthofen pintando su mural en Campo de Caso. | D. O.

Greta von Richthofen pintando su mural en Campo de Caso. | D. O.

David Orihuela

David Orihuela

Campo de Ccaso

Greta von Richthofen, una artista alemana residente en Nava, no había probado nunca el queso casín y ahora está "enamorada" del producto. Lo confiesa mientras pinta un gran mural en uno de las paredes del Albergue Reserva de Redes. "Es un queso con un sabor muy fuerte, no sabía que existía un queso así, pero me gusta mucho", aseguraba la artista. El mural en el que trabaja Von Richthofen es, naturalmente, sobre el queso casín.

El Ayuntamiento de Caso quería vincular arte y territorio. Tenían tres paredes y una idea clara, querían murales sobre tres señas de identidad del concejo, el queso casín, la madreña y la vaca casina. La filosofía encajaba a la perfección con el proyecto Dayuri, una iniciativa que, a través del muralismo, "pone énfasis en la conexión entre el arte y el entorno natural y cultural".

La artista alemana ha sido una de las elegidas para trabajar en Campo de Caso, María Peña Coto pinta estos días un mural sobre la madreña y Helena Toraño trabajará la semana que viene sobre la vaca casina.

"La iniciativa era pintar unos murales vinculados con el territorio y sus tradiciones y a mí me tocó el del queso casín, así que visité la quesería de Redes y me explicaron todo el proceso de elaboración artesanal de esta variedad", dice Greta von Richthofen mientras prosigue su tarea subida a una grúa.

"Tras conocer la historia del queso casín y cómo se hace, decidí que pintaría una mujer en pleno proceso de elaboración", explica. En el conjunto no falta tampoco el marco, el cuño de madera con el que cada quesería marca su producto. La obra se completa con unas hojas de roble y unas bellotas "que simbolizan la conexión del queso casín con la naturaleza".

Mientras la artista alemana avanzaba en su obra, en otra pared de Campo de Caso, María Peña Coto hacía lo propio con la suya, representando a un madreñero. "Están genial, es una idea buenísima", comentaban los vecinos.

Las tres artistas, de una prolongada trayectoria nacional e internacional, dejarán su impronta en Campo de Caso. De este modo, el concejo se suma a la tendencia del arte urbano, pero en este caso con la peculiaridad de que la temática de las obras se identifica plenamente con el territorio.

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