Los "robabichos", una plaga que de demuestra que "hay gente pa tó"
El robo de 150 truchas en el parque de Mieres rivaliza con la sustracción de 123 aves en el de La Felguera

Directivos de El Cantu, junto al estanque del parque Jovellanos, tras el robo de las trucjas / David Montañés
El robo de ganado no es algo inusual en las Cuencas, aunque es cierto que este tipo de delitos son cada vez más infrecuentes. Los más veteranos aún recuerdan el caso de la banda que la Guardia Civil desarticuló en 1996 tras la desaparición de más de un centenar de vacas y terneros. Una decena de cuatreros (vecinos de Mieres, Langreo, Laviana y Gijón) fueron detenidos tras ser acusados, también, del robo de 40 gallos en una sola noche. Que tradicionalmente el ganado vacuno haya sido el botín más codiciado por los cacos no significa que otro tipo de animales no hayan acabado en manos ajenas. Los amigos de lo ajeno sorprenden en ocasiones con conductas que cuesta comprender.
El reciente robo de 150 truchas que habían sido soltadas en el estanque del parque Jovellanos de Mieres para realizar actividades de socialización con niños y personas con discapacidad deja como interrogante conocer la motivación de los ladrones. La investigación se aleja de una posible gamberrada, ya que los cacos no solo tuvieron que dedicar buena parte de la madrugada a la "pesca" con algún tipo de red o cesta, sino que tuvieron que almacenar los peces para luego llevárselos en algún tipo de vehículo. Una labor que tiene su complicación y requiere de cierta logística.
La asociación "El Cantu", organizadora de la actividad, se hace dos preguntas muy concretas. ¿Para qué querían las truchas? Y ¿qué tipo de gente puede llevarse algo de escaso valor y que estaba reservado para una actividad con personas con discapacidad?
El Ayuntamiento de Mieres ha pedido a los responsables policiales que investiguen el robo. Se han inspeccionado los desagües del estanque, descartando que las truchas pudieran haber desaparecido por algún conducto, algo que ya de inicio se consideraba improbable. Parece irrebatible el hecho de que los ladrones cargaron y se llevaron las 150 truchas, lo que subraya la sospecha de que la sustracción fuera una acción planificada y que el fin último fuera sacarle algún tipo de provecho pecuniario. No obstante, de momento son todo especulaciones. No hay pistas concretas que arrojen información sobre la identidad de los furtivos.
No debe extrañar que la policía tenga que buscar a "robatruchas" en Mieres cuando la Guardia Civil siguió la pista no hace muchos en el concejo a "robapitas". Y es que a principios de año se denunciaron varios robos en se localizaron en Los Pontones y Cuestavil, en ambos casos entre Murias y Rioturbio. La actividad de estos delincuentes se centró en el saqueo de aves, incluidas gallinas, gallos, patos y ocas.
El primer robo se produjo en una pequeña granja de autoconsumo situada en Los Pontones. Los ladrones se llevaron varias ocas y patos. El segundo incidente ocurrió, poco después, a poco más de un kilómetro de distancia, en Cuestavil. En este caso, se llevaron diez gallinas y dos gallos. Además, el botín incluyó 50 kilogramos en pienso. El dueño de las aves explicó a este diario tras el robo que se sentía impotente. "Si alguien viene y me pide que le regale las gallinas se las entrego sin ningún problema, Pero no se pueden permitir estas actuaciones". Los responsables de la asociación "El Cantu" asumen una reflexión muy similar: "Las truchas las íbamos a donar y si alguien viene y nos las pide se las hubiéramos regalado. Hay comportamientos inaceptables", señala Enrique Fernández, presidente del colectivo.
Si robar 150 truchas de un parque público parece tarea complicada, no se antoja reto menos atrevido y fatigoso llevarse más de un centenar de pájaros de un lugar similar. Eso fue lo que sucedió el año pasado en la pajarera del parque García Lago de La Felguera, popularmente conocida como el "zoo" del "parque nuevo". Tal y como indicaron desde la Sociedad de Amigos del Parque, que se encarga de cuidar y gestionar este espacio, los autores del robo fueron "tres personas, que iban encapuchadas y portaban linternas". Para acceder al interior de la jaula, los asaltantes "destrozaron una de las entradas". En un principio, se temió que se tratara de un acto vandálico, pero desaparecieron un total de 123 ejemplares, por lo que los gestores de la pajarera sospecharon finalmente de que se tratase de un robo, y que las aves que se llevaron acabasen vendidas en el mercado negro existente.
Los "robabichos" actúan en las Cuencas por tierra, agua y aire. El robo de truchas en el parque Jovellanos se produjo en el marco del II Open de Pesca de Mieres. El ganador del certamen fue el portugués Antonio Jose De Sousa Araujo. Tras enterarse de lo sucedido concluyó en un castellano fluido que "hay gente pa tó".
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