Mieres, el Montmeló de los bólidos a escala: "Es la carrera más importante de España dentro de la categoría"

La última prueba del campeonato de España de automodelismo reúne a 150 pilotos en el recinto ferial de Santullano

Por la izquierda, Cristian Villar, Andreia Alonso, Alma Villar y Luis Alonso

Por la izquierda, Cristian Villar, Andreia Alonso, Alma Villar y Luis Alonso / F. Vallina

El recinto ferial Nuevo Santullano se convirtió este fin de semana en el Montmeló del automodelismo. Más de 150 pilotos tomaron parte desde el sábado en la última prueba del campeonato de España para coches de la escala 1:10 –diez veces más pequeños que un vehículo normal– para volver a poner de manifiesto que Mieres sigue siendo un referente para los amantes del deporte del radiocontrol. "Es la única carrera a la que venimos dentro de las de esta categoría. Es sin duda uno de los mejores circuitos cubiertos del país, pero, además de eso, la prueba atrae a muchísima gente, hay muy buen ambiente, y nos permite disfrutar de Asturias y de todo lo bueno que ofrece esta región", explica Antonio Navarro, que en esta ocasión viene "de mecánico" para sus hijos Óscar e Iván, dos pilotos destacados dentro de este mundillo.

1. Por la izquierda, Cristian Villar, Andreia Alonso, Alma Villar y Luis Alonso. 2. El langreano Pablo Menéndez con su hijo Viggo Menéndez Jonason. 3. Uno de los coches, en pleno vuelo, superando uno de los obstáculos del circuito mierense. 4. Illán Fernández muestra el coche con el que participó en la competición de este fin de semana. | F. Vallina

El langreano Pablo Menéndez con su hijo Viggo Menéndez Jonason. / F. V.

Los integrantes del Automodelismo Mieres Club, los organizadores del evento, pueden estar orgullosos. "Sin ninguna duda, es la carrera más importante de España dentro de la categoría. Todo el mundo que está metido en esto quiere venir aquí. Está todo muy bien organizado y los competidores estamos muy a gusto", asegura Cristian Villar, que fue varias veces campeón de Galicia, y este fin de semana se vino a Mieres con toda su familia. "Detrás de todo esto hay mucho trabajo, pero también hay que reconocer que el escenario es inmejorable y que el Ayuntamiento nos da todas las facilidades para poder montar un evento así. Por otro lado, la pista que tenemos, la moqueta sobre la que corren los coches, es única en este país. Para conducir sobre este tipo de agarre sólo te queda la opción de hacerlo aquí o irte a competir a países como Alemania", señala Daniel Fernández, que forma parte del club organizador. "No es porque lo digamos nosotros, pero el peso que tiene Mieres dentro de esta modalidad deportiva es cada vez mayor. Organizamos varias pruebas importantes al año y ya tenemos más de cien socios en el club, algo que no es ni mucho menos habitual en otros puntos del país", añade Fernández.

Mieres, el Montmeló de los bólidos a escala

Uno de los coches, en pleno vuelo, superando uno de los obstáculos del circuito mierense. / F. V.

A lo largo de ayer se celebraron las finales. En los "boxes" habilitados a pie de pista la actividad era frenética antes de cada manga. "Es tan importante la pericia del piloto a la hora de conducir como tener el coche a punto y equilibrado a nivel mecánico", dice Vicente Sánchez, que vino a Mieres con su hijo desde Badajoz. "Cada veinte minutos se cambian las cuatro ruedas. Esto es como en la Formula 1, si quieres hacer un buen papel tienes que tener el coche en las mejores condiciones", añade Cristian Villar. No en vano, estos pequeños coches eléctricos, que no tienen más de 40 centímetros de longitud, pueden llegar a superar los 80 kilómetros por hora y a superar todo tipo de obstáculos gracias a sus suspensiones hidráulicas.

Mieres, el Montmeló de los bólidos a escala

Illán Fernández muestra el coche con el que participó en la competición de este fin de semana. / F. Vallina

La afición por el automodelismo une a generaciones enteras. El langreano Pablo Menéndez, que el año pasado fue campeón de España, se ha apartado un poco a un lado para dejarle paso a su hijo Viggo Menéndez Jonason y va con él a todos los lados. "No se trata sólo de ganar, poder pasar tiempo con mi hijo ya es una gran victoria. Le ayudo en todo lo que puedo y trato de enseñarle lo que se", explica. "La verdad es que en este mundillo nos conocemos todos y hay muy buen ambiente", añade.

La competición de este fin de semana también atrajo a público de todas las edades al recinto ferial Nuevo Santullano. "Claro que quiero un coche de estos, pero mi padre dice que son muy caros", decía resignado el mierense Mateo Fernández sorprendido por la velocidad de los coches. ¿Tiene razón el padre de Mateo? "En el radiocontrol ya se puede empezar con una inversión de unos 300 euros, pero para competir ya es necesario un equipo que ya estaría entre los 1.500 y los 2.000 euros", explica Cristian Villar.

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