Todos los meses 8M: mujeres rompetechos | Susana Miyar Socia fundadora y directora de Operaciones de GCB (Global Certification Bureau España) y directiva de la asociación Mujeres de Empresa Asturias
"Eres madre, pero la vida continúa y hay que seguir avanzando en el trabajo"
"El sector de la alimentación y la seguridad alimentaria está liderado principalmente por mujeres"
"Que ellos tengan el mismo tiempo de permiso de paternidad que nosotras es un lujo y un privilegio"

J.A.

La mierense Susana Miyar estudió el Grado de Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el último curso lo realizó de Erasmus en Bélgica y, de vuelta, emprendió el máster de Seguridad Alimentaria en el Colegio Veterinarios de Madrid. Empezó a trabajar haciendo auditorías de seguridad alimentaria, pasó por una multinacional y descubrió un sector profesional que le apasiona. En 2020, en plena pandemia, decidió regresar a Asturias, y abrió su propia empresa, un organismo de certificación, GCB (Global Certification Bureau España). Cree firmemente que en Asturias hay lugar para emprendedoras como ella y es aquí, rodeada de la familia, donde quiere ver crecer a su hija.
–¿Recuerda sus inicios laborales?
–Empecé en el ámbito de las auditorías de seguridad alimentaria, en cadenas de restaurantes. Estuve trabajando durante tres años en una multinacional, gestionando grandes clientes en restauración y cadenas de restaurantes. Lideraba un equipo de 25 personas que se dedicaban a hacer las auditorías en esas cadenas: McDonald’s, Macro, IKEA… Tengo 30 años, eso lo hice con 24, y estuve tres años así. Después, en el año 2020, en plena pandemia, me surgió la oportunidad de abrir un organismo de certificación en Asturias. Me contactó una persona mexicana, que tiene uno con sede principal en México y sedes en diferentes países de Latinoamérica, entre ellos Costa Rica, Perú, Argentina y Paraguay. Lo que hice con esa persona fue abrir la sede en España, en Asturias específicamente. Abrimos en 2020 y llevamos operando cuatro años.
–Quiso regresar a Asturias.
–Estuve viviendo en Madrid diez años, pero cuando monté la certificadora decidí que quería volver: quiero crear mi futuro aquí, en Asturias.
–Y desde aquí atiende a clientes de todo el país.
–Tenemos una parte de certificación, en normas ISO, ISO 9001, 14001, FSSC2200…Y certificamos a las empresas en sus sistemas de gestión, tenemos todo tipo de clientes. Aquí, en España, hemos desarrollado un servicio un poco diferente: tenemos varios clientes a nivel nacional para los que evaluamos la conformidad de sus estándares de marca, de seguridad alimentaria y otros temas. Por ejemplo, las grandes empresas necesitan que todos sus proveedores cumplan con los estándares de sostenibilidad, pues nosotros ofrecemos esa auditoría a los proveedores.
Viví diez años en Madrid, pero decidí que quería volver: quiero crear mi futuro en Asturias
–¿Cuánta gente trabaja en su equipo?
–Trabajamos, principalmente, con autónomos, con profesionales que hacen las auditorias en cada zona específica. Tenemos un equipo en Barcelona, en Madrid, en Andalucía… En diferentes partes de España, según la necesidad de los clientes.
–¿Trabajan con multinacionales?
–Trabajamos con pequeñas empresas y medianas empresas, también mucho con el sector de las franquicias que quieren evaluar el estándar de marca de la franquicia, comprobar que los franquiciados cumplen con lo que el franquiciador, es decir la marca, les exige.
–Durante sus estudios, ¿pensaba en emprender este camino laboral?
–Para empezar, yo no iba ni a estudiar Alimentos, iba a hacer Farmacia, luego Nutrición y al final… No entré en Farmacia por la nota de corte y descubrí que existía la carrera de Tecnología de los Alimentos. En la segunda convocatoria me llamaron para Farmacia, pero Alimentos me gustó mucho y me quedé. Tuve la oportunidad de hacer prácticas en una consultora. Me enamoré del mundo de la auditoría de seguridad alimentaria y del valor que tiene para las empresas, y el máster de Seguridad Alimentaria de Colvema me aporto los conocimientos claves.
Quizás sigamos con la barrera en los cargos de responsabilidad, por la mochila que llevamos
–Una curiosidad: ¿Qué examinan en una auditoría?
–Depende del cliente y del servicio. En auditorías de certificación, evaluamos el cumplimiento con normas ISO específicas, como ISO 9001, 14001 o 22000. En estándares de marca, nos centramos en garantizar la calidad, consistencia y experiencia del cliente, asegurando que se viva de manera uniforme en cualquier lugar.
–¿Tuvo muchas compañeras durante la carrera?
–Sí, en el sector de la alimentación y de la calidad y seguridad alimentaria hay muchas mujeres. En la Universidad, en clase casi no había chicos.
–¿Y en el mundo laboral?
–Sí, yo creo que es un sector que está liderado principalmente por mujeres, aunque también hay hombres. Quizás sigamos con la barrera en los cargos con responsabilidad, ahí es donde las mujeres son menos. Pero como técnicos de calidad, con la responsabilidad de la calidad de una fábrica… Ahí hay muchas mujeres.
–¿Por qué cree que sigue habiendo menos mujeres en los cargos directivos?
–Por esos techos de cristal, esa mochila que llevamos las mujeres en nuestras espaldas y que a veces no nos deja crecer tanto como nos gustaría. Yo no he tenido esas limitaciones. He tenido la suerte de poder seguir creciendo profesionalmente, y en Asturias, junto a mi familia, y desde aquí me desplazo a toda España, incluso a nivel internacional porque viajo a Latinoamérica un par de veces al año. Esa situación es una ventaja.
Las cuotas han permitido que las jóvenes no notemos las diferencias que había antes
–¿Cuándo dice que no ha tenido limitaciones se refiere a la conciliación?
–Tengo una pequeña de nueve meses, acabo de ser mamá en febrero y creo que la conciliación es posible. Yo opino que eres madre, pero la vida continúa y hay que seguir avanzando en el trabajo. Por supuesto, tienes la cabeza mil cosas, tienes que llegar a todo, pero creo que es posible conseguirlo. A día de hoy también hay muchas ayudas para los hombres, la baja de paternidad se ha igualado a la de maternidad, y eso también ha sido una ayuda. En mi caso, yo y mi marido hacemos de todo.
–¿La conciliación está equilibrada entonces entre las parejas jóvenes?
–Creo que la mentalidad ha cambiado, eso es lo que veo en mi entorno, con las mujeres y la gente de mi edad. Las mujeres trabajamos, ese es el día a día, y la carga tiene que estar repartida para poder llevar adelante la vida laboral y la personal.
–¿Cómo ha afectado a su desempeño laboral la maternidad?
–Ahora tengo una recompensa al llegar a casa, eso es lo que más ha cambiado. Pienso: "Lo hago por ella, por darle un futuro, porque tenga todo", y al llegar a casa, con esa risa con la que te recibe, te da la felicidad del día.
Mi hija crecerá viéndome trabajar; yo me críe viendo trabajar a mi abuela y a mi madre
–¿Qué opina usted de las cuotas femeninas?
–Creo que es una buena iniciativa y que es necesaria también. Los objetivos y metas por la sostenibilidad incluyen la igualdad y las políticas en esa dirección son útiles todavía. Eso es lo que ha hecho que el cambio esté ocurriendo, que los jóvenes no notemos las mismas diferencias que antes, aunque siga habiendo cosas que hacer.
–¿Qué le comentan las profesionales de más edad cuando hablan de igualdad? ¿Perciben una evolución positiva?
–A lo largo de los años se aprecia el empoderamiento de la mujer. Los jóvenes ya vemos como algo normal que las mujeres trabajemos, que incluso a veces la mujer pueda tener un puesto de trabajo más alto que el del hombre. Eso, a día de hoy, ocurre, es el pan de cada día. Incluso la maternidad, que ellos tengan el mismo tiempo de permiso de paternidad es un lujo y un privilegio. Antiguamente los padres estaban dos días y a trabajar otra vez. Ellos también tienen derecho a disfrutar de ser padres, y a contribuir. Yo, tras el nacimiento de mi hija, al principio estuve un poco menos activa, aunque siendo empresaria no puedes desconectar del todo... Estos últimos meses está él al cuidado de la niña y lo está disfrutando muchísimo.
–¿Alguna vez se ha sentido en inferioridad de condiciones por su condición de mujer?
–Yo no me he encontrado con eso. En el sector de los alimentos hay muchas mujeres, he tenido muchas oportunidades, desde liderar equipos, ser responsable de proyectos… No me encontrado con barreras en el camino.
–Usted trabaja en casa.
–Trabajo desde casa, pero mi rutina no se limita exclusivamente al teletrabajo. Viajo con frecuencia, especialmente a Madrid, para reuniones con clientes, asistir a conferencias y participar en charlas, lo que hace que mi actividad sea muy dinámica. Rara vez paso una semana completa en casa, y los días que estoy aquí puedo aprovechar para organizarme mejor y gestionar otras actividades, lo que me permite equilibrar mis compromisos laborales y personales.
–Su hija crecerá viendo a su madre trabajar a su lado.
–Claro, sí, sí. Es una suerte. Lo verá en casa. Mi abuela ya trabajaba. Yo me he criado viendo a mi abuela y a mi madre trabajar y creo que la educación que recibes es muy importante. Los valores y la educación son claves. Mi abuela era enfermera, mis tías, mi madre, todas han sido trabajadoras. Esos valores que te inculcan te hacen ser quien eres.
–¿Sus planes de futuro?
–Seguir trabajando desde Asturias para el mundo. Seguir desde aquí, estar cerca de la familia es una ventaja. Carlota se queda con sus abuelos cuando tenemos que viajar. La cuidan y ella los disfruta. Me gustaría trabajar con más clientes regionales, de Asturias, seguir a nivel nacional e internacional, haciendo crecer la empresa.
–¿Llegará el momento en el que Asturias se le quede pequeña?
–No. Lo que ofrecemos son servicios, la distancia no importa, podemos ofrecerlos en Barcelona, en Madrid, en Málaga… Donde esté el cliente. Yo quería volver a Asturias, lo tenía claro, y lo he conseguido.
–¿Tiene competencia en Asturias?
–Organismos de certificación establecidos en Asturias, no. Vienen grandes multinacionales de Madrid, de Barcelona, esa es una ventaja competitiva para nosotros. Al igual que la cercanía con el cliente siendo más pequeños.
–¿Nota la mejora de las comunicaciones?
–Sí, pero creo que todavía hay que mejorar, no tener el miedo de llegar tarde a la reunión. Eso me ha pasado un par de veces porque el tren se ha retrasado.
–Está en la directiva de la asociación Mujeres de Empresa Asturias.
–Llevo ya tres años en la junta directiva. Es una red de contactos. Es muy importante cuando eres empresaria, y sobre todo pequeña empresaria, crear esa red de personas que te impulsan y te animan y te ayudan en tu día a día. Estamos unidas y nos apoyamos. También nos ofrece la oportunidad de compartir información, preocupaciones… Es algo que te abre la mirada. Creo mucho en crear un ecosistema sólido. Somos muchas mujeres y de perfiles diversos.
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