Concurso musical en Langreo
Todos ganan con el rock del Cislan: el centro de FP langreano impulsa nuevos grupos musicales
El centro de FP de Imagen y Sonido de Langreo, el Cislan, celebró su concurso de maquetas musicales con "Fiebre Rocafort" y "Unnamed Metal Project". Los alumnos se encargaron del sonido, luces y resto de la producción.

«Unnamed Metal Project» en el escenario del Cislan. | D. O.
Las grandes citas musicales de Asturias, los festivales como "Bombastic", en Llanera; "Metropoli", en Gijón; "Vesu", en Oviedo y Ribera de Arriba, o "Prestoso", en Cangas del Narcea, son mucho más que conciertos. No se trata solo de que los grupos suban al escenario y ya. Detrás hay un trabajo inmenso de los profesionales de la industria musical, unos profesionales que no empezaron en los grandes escenarios sino que han ido poco a poco, igual que los músicos, o al menos así debería ser.

«Fiebre Rocafort» en la cafetería del centro» | D. O.
El Centro Integrado de Formación Profesional de Comunicación, Imagen y Sonido de FP de Langreo (Cislan) es cantera de todos esos profesionales, y también de los músicos. Se pudo ver ayer durante la celebración del concierto del concurso de maquetas que organiza el centro, un certamen que con dieciséis ediciones forma ya parte el ecosistema musical asturiano. En la final del concurso participaron dos bandas que defendieron en directo su propuesta. Dos formaciones completamente distintas en estilos, trayectoria y edad de sus componentes. "Fiebre Rocafort" llevan tocando juntos varios años y han pisado muchos escenarios. "Unnamed Metal Project" es una banda recién nacida que ayer ofrecía su primer concierto.
El concurso de maquetas del Cislan va mucho más allá de la música. Todo está organizado por alumnos del centro. La principal lección que aprendieron es que si algo puede salir mal, saldrá mal, y eso ocasionará que se retrasen los conciertos, algo que al público no le suele gustar demasiado. La primera actuación estaba prevista para las once y media de la mañana, pero no pudo ser. Benditos problemas técnicos. Si todo hubiese salido a la primera, los alumnos creerían que montar un concierto es más sencillo de lo que es en realidad. Mejor enfrentarse ahora a esos problemas, en el entorno controlado de su centro de estudios, que en el futuro. Porque si algo ofrece el Cislan a sus alumnos es una experiencia absolutamente real. Érika Ravasio y Desiré González, estudiantes de primer curso de iluminación, eran las encargadas de hacer las fotografías que luego entregarían a los grupos y que el Cislan utilizaría en sus redes sociales. Estaban nerviosas porque era la primera vez que hacían fotos en un concierto. "Es una presión que nos prepara para el mercado laboral", reconocía Ravasio de eliminación.
Mientras los técnicos (sonido, luces, vídeo, vídeo dj, producción o realización) se movían por el escenario y el resto del Cislan preparándolo todo, los grupos esperaban su turno. "Nunca habíamos hecho un concierto así, tan grande", reconocía Nira González, de "Unnamed Metal Project", con la guitarra colgada y ya listo para tocar. En la cafetería esperaba su turno "Fiebre Rocafort". "Nunca nos presentamos a un concurso, es una experiencia nueva", reconocía Eva Meana. Esta vez lo importante sí que era participar, pero todos, no solo los concursantes, porque todos salen ganando.
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