Hunosa apaga la térmica de La Pereda para iniciar su transformación de central de carbón a biomasa

El proyecto está valorado en 55 millones y "asegura el futuro de la empresa", afirman desde la compañía pública

La central de La Pereda, propiedad de Hunosa, que pasará a usar biomasa.

La central de La Pereda, propiedad de Hunosa, que pasará a usar biomasa. / LNE

L. Díaz

Mieres del Camino

La central térmica de La Pereda, propiedad de Hunosa, se ha apagado y ya no volverá nunca a quemar carbón. De esta forma, se iniciará su transformación en central de biomasa, un proyecto valorado en 55 millones de euros y que según la empresa pública "asegurará" su futuro.

Tal y como explicaron desde Hunosa, la térmica de La Pereda "ha cesado su actividad ligada a la combustión de carbón". Con ello, Hunosa "cierra una etapa vinculada al combustible fósil para proceder a la completa transformación a una empresa comprometida con la descarbonización, las nuevas energías y el medio ambiente". Con el cese de operaciones, el "apagado" de la térmica, comienza ahora "el proceso de transformación para convertirse en una central de biomasa de 50 Megavatios (MW), la de mayor envergadura de Asturias". Este es el proyecto "estratégico" -por los ingresos que genera a la compañía-, que según Hunosa "garantiza la viabilidad de la empresa y el empleo al menos durante 20 años, los que establece el régimen retributivo conseguido por Hunosa para la central en la subasta de renovables celebrada a finales de 2022". El proyecto, señalan desde la empresa, "se empezará a ejecutar con el nuevo año", y supone una inversión de unos 55 millones de euros. El año 2025, cuando La Pereda cumple 30 años de existencia, "será el de su transformación".

El proyecto, que Hunosa califica de "intensivo en mano de obra", supone "además un revulsivo para el desarrollo del sector forestal en Asturias, especialmente en el área central, zona donde Hunosa posee 3.800 hectáreas de monte". El compromiso de la empresa es abastecer a la nueva central "con biomasa autóctona y sostenible, es decir, de Asturias y zonas cercanas a la región". La Pereda consumirá anualmente un máximo de 400.000 toneladas y se estima que "tendrá un impacto de 20 millones de euros de volumen de negocio en el sector y en otros sectores de la cadena industrial, como son las empresas de bienes de equipos, mantenimientos específicos, empresas medioambientales, suministros tecnológicos y diferentes líneas de proyectos de I+D+i que nacen a raíz de la propia transformación".

Conjuntamente con la metamorfosis de la central, Hunosa afirma que se abre la posibilidad "de llevar a cabo nuevas líneas de trabajo en diferentes ámbitos, como la gestión de biomasa, la valorización de residuos, la generación de biometanol o la captura de CO2 de origen biogénico, aprovechando en este caso la actual instalación piloto, cuya tecnología ha sido desarrollada por el INCAR-CSIC". "Se abre, por tanto", añaden desde la empresa, "un horizonte prometedor en el nuevo contexto energético, que sitúa a Hunosa como agente de descarbonización de primera relevancia en Asturias".

Tracking Pixel Contents