Un conflicto que afecta a miles de mierenses

El centro de mayores se fractura y la directora reprobada recibe apoyos

Foro exige la comparecencia "urgente" de la consejera de Derechos Sociales en la Junta para analizar el "caos" generado por la nueva gestora

Instalaciones del centro de personas mayores. | D. M.

Instalaciones del centro de personas mayores. | D. M. / David Montañés

La crisis que ha estallado en el centro social de Mieres tras el choque frontal entre la nueva dirección y la asociación de usuarios que durante los últimos años ha dinamizado la instalación no deja de hacerse más profunda cada día. Un grupo de trabajadores del equipamiento, junto con algunos socios, han hecho público su apoyo a la nueva directora tras su total desencuentro con la asociación, que pide su salida.

El conflicto saltó primero al Ayuntamiento, donde gobierno (IU) y oposición (PP) buscan una salida negociada al desencuentro, agravado por la anomalía de que la instalación lleve 24 años funcionando sin licencia de apertura. Con la bola de nieve haciéndose cada vez más grande y a la espera de que la asociación de usuarios convoque movilizaciones, los problemas en la gestión del centro ya han dado el salto a la Junta General del Principado. El secretario general y portavoz parlamentario de Foro Asturias, Adrián Pumares, ha solicitado la comparecencia "urgente" de la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, para que informe en la próxima comisión sobre "las graves irregularidades en el funcionamiento del centro de personas mayores de Mieres". Foro considera "inconcebible" que el complejo realice actividades sin tener toda la documentación en regla.

Y mientras el caso amenaza con politizarse, en el seno del centro se hace cada más evidente la ruptura. La total desaprobación a la directora por parte de la asociación de usuarios, que cuenta con más de 1.200 socios y un reconocimiento generalizado como dinamizadora de actividades, contrasta con el apoyo que recibe la trabajadora por parte de la plantilla de trabajadores. También una parte de socios, aunque más reducida, se desmarca de la protesta, denunciando lo que consideran una campaña de "acoso y derribo" .

El frente que apoya a la dirección critica que no se celebrase ninguna asamblea de socios "para explicar los motivos de la petición de cese , ni se debatiese y, finalmente, se votase democráticamente". Ante la gravedad del asunto, añaden, "estamos totalmente en contra de que se ejerza esa lamentable e injusta presión". Tildan de "vergonzoso" que "se juegue con el puesto de trabajo de una persona que lo único que hace es cumplir con su deber como funcionaria del Principado de Asturias que, en caso de dejación de funciones, mala praxis o cualquier otra falta grave, es a quien corresponde evaluar su trabajo y, en función del mismo, tomar las medidas que considere oportunas".

También hay críticas para la asociación de usuarios por sus formas "poco elegantes", utilizadas para intentar, subrayan, "poner a los socios en contra de la directora con boicots, mentiras, insultos, coacciones y amenazas que generan malestar, deteriorando la buena convivencia".

La asociación de usuarios no piensa alterar su hoja de ruta y está decidida a movilizar a su masa social. Sobres los apoyos a la dirección alegan que se trata de "un reducido número de trabajadores que se está beneficiando de las prebendas de la directora".

En este marco de crisis, el conflicto será pronto debatido en la Junta del Principado. "Es inconcebible que un equipamiento público destinado a nuestros mayores haya funcionado durante casi un cuarto de siglo sin licencia de apertura", señala Adrián Pumares, que reprocha a la directora por llevar al "caos" una de los centros "que mejor funcionaban en Asturias".

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