Como en "Mi Casa", en ningún sitio: así es el proyecto de inclusión de personas con discapacidad que se impulsa en El Entrego

Cuatro mujeres con discapacidad intelectual vivirán en un piso de la localidad

Sofía Reyes, ayer durante  la presentación del proyecto. | FIRMA

Sofía Reyes, ayer durante la presentación del proyecto. | FIRMA

David Orihuela

David Orihuela

No hay afirmación más sabia que la de un refrán y en este caso se puede aplicar el de "como en casa, en ningún sitio". Es el paraguas sobre el que se podría cobijar el proyecto "Mi Casa: una vida en comunidad", que la Asociación Plena Inclusión desarrolla desde 2022 en distintas comunidades de España y que ahora llega a Asturias, concretamente a El Entrego, en San Martín del Rey Aurelio. El objetivo, explican los promotores, es "explorar nuevos modelos de vida en comunidad y de apoyo para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y contribuir al despliegue de políticas públicas de prevención de la institucionalización y de transformación del modelo de cuidados de larga duración".

De este modo, cuatro mujeres con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo (personas que precisan ayuda en todas o casi todas las actividades diarias) residirán en un piso de El Entrego teniendo "la oportunidad de desarrollar un proyecto de vida autónomo, alejado de instituciones residenciales", como se explicó ayer durante un acto de presentación celebrado en Oviedo.

La responsable de coordinación de proyectos de Plena Inclusión en España, Sofía Reyes, puso el acento en la necesidad de potenciar el vínculo de las personas con el lugar al que pertenecen: "Todos somos vecinos de nuestros barrios". Incidió en ello Enrique Rodríguez Nuño, director general de Promoción de la Autonomía Personal y Mayores del Principado, quien consideró "fundamental" que las personas con discapacidad "puedan desarrollar su vida en la comunidad en la que están arraigadas". Casilda Sabín, gerente de la Plena Inclusión en Asturias se preguntó: "¿Por qué, por decisión de un tutor o de otra persona, alguien con una discapacidad intelectual tiene que vivir en una institución o en una residencia?". Ahí nace "Mi Casa", para "que esas personas tengan un modelo de vida igual al del resto".

En la jornada de presentación del proyecto, Laura Espejo, adjunta a la Dirección Nacional de Plena Inclusión, y Sofía Reyes, defendieron que "la transición a la comunidad es posible y ventajosa para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo". Es mejor, vino a decir, vivir en un piso como el de El Entrego que en una residencia, siempre y cuando se cumplan los requisitos necesarios para formar parte de la iniciativa.

"Mi Casa: una vida en comunidad" se puso en marcha hace tres años y ha logrado que un total de 268 personas con una media de edad de 44 años vivan en 66 casas en la comunidad. Un 75 por ciento de ellas tiene grandes necesidades de apoyo. El proyecto ha servido para mejorar su autonomía, su capacidad de decisión o el conocimiento del entorno. Además, los responsables del proyecto han comprobado que no solo mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino también la de sus familiares .

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents