El Alcalde de Langreo y los críticos de IU coinciden: la crisis del gobierno "es remediable"
García apela al respeto a la "discrepancia" para "avanzar" y los ediles díscolos piden que les dejen "trabajar" y no haya una coalición con el PSOE

Roberto García, David Álvarez y Paula Díaz, en la presentación de la candidatura de IU, en 2023. | D. O.
Miguel Á. Gutiérrez
Jean de la Fontaine dejó constancia en sus fábulas de la admiración que le producía la capacidad de resiliencia del junco ante los embates del viento. Se dobla, pero no se rompe, resistiendo hasta que pasa el temporal. El pleno de presupuestos de Langreo del pasado viernes dejó ráfagas huracanadas en el Ayuntamiento tras la intervención de la edil de Hacienda, Paula Díaz (apoyada por otros concejales del gobierno local de IU), que manifestó votar por "disciplina" (de partido) unas cuentas pactadas con el PSOE que "ni apoyo, ni avalo, ni entiendo". Si el equipo de gobierno langreano fuera un junco, ahora estaría muy doblado, casi rozando el contorsionismo, pero no se ha roto. Al menos no de momento. Los ediles críticos y el alcalde creen que el tallo aún puede enderezarse porque "no hay problemas entre nosotros". La dirección local de IU, por su parte, prefiere guardar silencio por ahora.
El Pleno destapó el malestar de la mitad del grupo de concejales del gobierno local con la negociación del presupuesto, de la que la edil de Hacienda quedó excluida y en la que se habló únicamente con el PSOE como socio prioritario, sin concertar reuniones con el resto de grupos. La intervención de Paula Díaz en el Pleno hizo aflorar un enfrentamiento interno en IU que permanecía soterrado desde prácticamente el inicio del mandato, en junio de 2023. La designación de una trabajadora municipal, familiar del coordinador local de IU, David Álvarez, como jefa provisional del departamento de Servicios Sociales fue entendida por Paula Díaz y otros ediles como "poco ética". Se denunció a nivel interno y las relaciones se tensaron. Hasta que todo estalló el pasado viernes, al hacerse público el desencuentro.
Ese enfrentamiento de los ediles díscolos es con la dirección local de IU, no con el Alcalde. Ambas partes sostienen que las relaciones en el seno del gobierno local son buenas, aunque se han generado dos grupos por la crisis interna en IU. En uno figurarían el propio alcalde, Roberto García; el vicealcalde y concejal de Urbanismo, José Antonio Cases; y Marina Casero, ahora edil de Igualdad y que suena para hacerse cargo con las atribuciones de Hacienda. En el otro, estarían los ediles de la "vieja guardia", que en algunos casos ya formaron parte del anterior gobierno local de IU (en coalición con Somos), encabezado por Jesús Sánchez. Serían la propia Paula Díaz, Pablo Álvarez, Angelita Cueva y Pablo Casal. El grupo de concejales del gobierno de IU lo completa David Fernández, el edil que lleva menos tiempo y que sustituyó el pasado verano a Maribel Panadero, edil de Servicios Sociales hasta entonces.
Es probable que la próxima semana se produzca la dimisión de uno de los ediles críticos por motivos personales, no de índole política, pero la intención del resto es seguir en sus cargos, manteniendo la disciplina de partido hasta el fin del mandato. Según ha podido saber este diario, entienden que la crisis es "remediable" y se puede "reconducir" bajo dos premisas: que se les "deje trabajar" y que no se traspase lo que consideran una "línea roja", la entrada del PSOE en un hipotético gobierno de coalición.
El coordinador local de IU, David Álvarez, evitó ayer pronunciarse sobre el episodio vivido en el Pleno. Sí lo hizo el alcalde, Roberto García, que mostró un tono conciliador y expresó no estar preocupado ante una posible fractura sin remedio del gobierno local. "Hemos demostrado siempre que somos una organización plural y que respeta las opiniones de todos, no hay problemas entre nosotros. Cada uno tiene la libertad de expresar su opinión y lo hemos puesto de manifiesto". Y añadió: "A nosotros no nos crea ningún problema la discrepancia dentro del grupo o intercambiar opiniones, en absoluto. Eso nos enriquece, nos hace avanzar y nos hace crecer como organización y como equipo de gobierno. La discrepancia y la libertad de expresión se respetan. Ella (Paula Díaz) ha manifestado su postura sin ningún tipo de cortapisa, nosotros lo respetamos y ahora seguiremos a lo nuestro, que es trabajar por Langreo".
También señaló el Regidor que "estamos muy contentos de haber conseguido aprobar los presupuestos. No nos hemos movido de nuestro sitio, seguimos en la izquierda progresista, apostamos por los servicios públicos y por una inversión en la mejora de las condiciones de vida de Langreo", si bien reconoció que "las circunstancias presupuestarias son las que son y no nos dan para tirar voladores". También señaló que "se ha creado un poco de confusión con el tema de los sueldos y me gustaría aclarar que lo que se ha hecho es ajustar la partida presupuestaria que se acordó en el pleno de constitución de la Corporación. No nos hemos salido ni un euro de esa partida, lo que se ha hecho es ajustar los sueldos que había".
Aunque la herida pueda curarse dentro del grupo de concejales de IU, queda por ver cómo evolucionará la crisis abierta en el seno del partido y cómo afectará al gobierno local. Viene de lejos y no ha hecho más que enquistarse con el paso de los meses. En el verano de 2023, poco después de la llegada de IU a la Alcaldía, algunos ediles y militantes, con Paula Díaz a la cabeza, expresaron su malestar con la designación de una familiar del coordinador local de IU, funcionaria del Ayuntamiento –pero que según los críticos "y así se demostró en los juzgados" no tenían la categoría profesional para esa plaza–, como jefa provisional del departamento de Servicios Sociales. Entendían los díscolos que el nombramiento era "legal, pero no ético" y la situación se denunció a nivel interno.
Las relaciones se fueron tensando y en febrero de 2024 los militantes recibieron una carta de la dirección local, a la que ha tenido acceso este diario, en la que se acusaba a Paula Díaz de "insinuar nepotismo" por parte del coordinador local y de "tener un comportamiento desleal con la organización, con filtraciones interesadas". Se pedía, además, la dimisión de la concejala. También se culpaba a la edil, ya antes de la constitución de la Corporación, de "chantajear" al entonces candidato Roberto García y al partido con no votar la investidura si no se le garantizaba una liberación, expresa la carta, que denuncia, además, el "acoso y derribo" de Díaz hacia la entonces edil de Servicios Sociales, Maribel Panadero, y hacia el propio David Álvarez.
El caso llegó a la comisión de garantías regional de IU, pero no se tomó medida alguna, salvo conminar a las partes a que cesara el enfrentamiento. Un nuevo choque se produjo en verano, cuando se aprobó encargar un estudio para analizar la eficacia del funcionamiento de los servicios municipales, iniciativa que quedó "diluida", según los críticos, por las direcciones locales de IU y PSOE, debido a las presiones sindicales.
El tercer vendaval ha llegado ahora, tras el acuerdo presupuestario alcanzado con el PSOE. El viento sopla con fuerza y no se descartan nuevos tornados para el resto del mandato. Se sabrá entonces, en las próximas semanas y meses, qué tipo de junco es el gobierno local de Langreo: uno que se dobla o uno que se rompe.
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