El maquinista no vio al matrimonio arrollado mortalmente en Figaredo, que estaba sentado, de noche, junto a la vía

El accidente se produjo a solo 500 metros del lugar donde un operario murió el pasado mes septiembre también atropellado por un tren: “Es muy mala suerte”, lamentan los vecinos

Un tren, circulando por el lugar del siniestro.

Un tren, circulando por el lugar del siniestro.

El fallecimiento de un matrimonio de origen catalán tras ser arrollado por un tren a última hora del pasado miércoles en Figaredo ha generado un profundo pesar en la localidad mierense. El siniestro se produjo a unos 500 metros de distancia del lugar en el que el pasado mes de septiembre también perdió la vida, arrollado por otro tren, un operario de 32 años que realizaba trabajos de mantenimiento en las líneas eléctricas de Viesgo, que se sitúan sobre las vías. “Hemos tenido muy mala suerte con dos dramas así tan seguidos”, señalan los vecinos de esta barriada de obrera.

El lugar del atropello.

El lugar del atropello. / David Montañés

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer el siniestro ocurrido a última hora de este miércoles. La hipótesis más plausible es que el matrimonio, ambos de unos 45 años, pudo haber cometido una imprudencia. El maquinista del tren afirma que no vio a la pareja en ningún momento y que simplemente sintió un fuerte golpe al arrollarlos. Este profesional pasó correctamente las pruebas de alcohol y drogas. Su desempeñó parece totalmente correcto, sin que en principio se le pueda achacar ninguna responsabilidad por lo sucedido.  Y es que todo indica que los fallecidos estaban sentados junto a la vía. Si bien ya era de noche (21:30 horas) y llovía ligeramente, el lugar del accidente se encuentra en medio de la amplia recta que recorre la barriada central de Figaredo. La visibilidad es buena y, por tanto, el testimonio de los vecinos que aseguran que vieron al malogrado matrimonio sentado junto a la vía y el del maquinista, que sostiene que no vio a nadir acercarse al trazado, concuerdan.  

El hijo, entre los testigos

El hombre y la mujer llevaban viviendo en Figaredo unos seis meses procedentes de Cataluña. Se habían instalado en una vivienda del barrio de La Vega, de la citada localidad, en concreto, en un segundo piso, a escasos metros de las vías del ferrocarril. Dejan un hijo menor de edad, que el miércoles se encontraba en el lugar del siniestro. Arropado por varios amigos, asistió en primera línea al levantamiento de los cadáveres.  

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