Milagro en Laviana: un parapentista salva la vida tras caer y quedar enganchado en un árbol a 5 metros del suelo

El hombre saltó desde Peñamayor, tropezó contra unos cables eléctricos y cayó descontrolado más de 15 metros

Milagro en Laviana: un parapentista salva la vida tras caer y quedar enganchado en un árbol a 5 metros del suelo

L. Díaz / A. Domínguez

Luisma Díaz

Luisma Díaz

Casi un milagro. Así puede calificarse lo sucedido esta tarde en el concejo de Laviana, en la zona de El Condao. Un parapentista salvó la vida tras caer y quedar enganchado en unos árboles, a apenas 5 metros del suelo. El hombre, de unos 60 años, formaba parte de un grupo de aficionados que habían saltado desde la zona de Peñamayor, en su vertiente lavianesa.

El aviso de emergencia se recibió sobre las 15 horas. Un parapentista había quedado enganchado en los árboles, en lo que fue algo más que un aterrizaje forzoso. El afectado explicó que había saltado desde la zona de Peñamayor, y que en un momento dado chocó contra unos cables de la luz (por la zona pasan varias líneas eléctricas). Tras quedar enganchado unos instantes, cayó completamente descontrolado hacia el suelo, pero unos 5 metros antes de chocar, volvió a quedar suspendido en el aire, sobre el río de la localidad (reguero de La Xerra), gracias a que su parapente se quedó enganchado en los árboles. El hombre fue rescatado a pocos metros de las instalaciones del colegio rural agrupado (CRA) Alto Nalón en El Condado.

"Volvió a nacer", explican algunos de los testigos de lo sucedido. A la zona acudieron agentes de la Guardia Civil, que fueron los primeros en llegar. Pudieron hablar con el accidentado, que explicó en un primer momento que pensaba que no tenía nada roto. También acudieron dotaciones de bomberos, así como dos helicópteros del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Los bomberos, usando sus equipos, pudieron descolgarlo del árbol en el que se había quedado enganchado.

El médico de uno de los equipos se encargó de hacerle un primer chequeo: a proiri, ni una sola lesión, pero un susto enorme. La historia, finalmente, tras caer decenas de metros, tuvo un final feliz. Casi un milagro.

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